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El pensamiento lógico debe practicarse en todos los ámbitos

Pilar Faller Menéndez

El origen de la palabra pensamiento proviene del verbo pensare y el término lógico procede de vocablo logos que puede traducirse como “razón”. En una de tantas definiciones, el pensamiento lógico es aquél que se desprende de las relaciones entre los objetos que el propio individuo elabora. Surge, pues, a través de la coordinación de aquellas relaciones que previamente ha creado entre los objetos.

Tanto las diferencias como las semejanzas entre los objetos, solamente existen en la mente de aquél que puede crearlas, es por esto, que no puede enseñarse en forma directa el conocimiento lógico, pero éste puede desarrollarse a medida que el sujeto interactúa con el medio ambiente.

La pedagogía juega un papel sumamente importante, cuando los educadores propician experiencias en sus alumnos así como actividades, proyectos y juegos que permitan a los niños la capacidad de desarrollar su pensamiento lógico explorando, observando, comparando y clasificando los objetos.

La lógica es la ciencia base que expone y tal vez valdría decir impone tanto las leyes, los modos y las formas del conocimiento científico. Paradójicamente, esta ciencia formal no tiene contenido ya que su estudio está dedicado a las formas válidas de inferencia, así como de los métodos y los principios que se utilizan para poder distinguir un razonamiento correcto de uno incorrecto.

Las características anteriores pueden afirmar que el pensamiento lógico es una herramienta indispensable para el ser humano en su vida cotidiana, ya que gracias a él consigue resolver los problemas que se le presentan día a día: mediante la observación de todo lo que le rodea según su experiencia, la comparación, la clasificación de los objetos que se pueda encontrar, así como todo aquello que pueda observar en su entorno le proveerán de la capacidad para desarrollar este pensamiento lógico que le servirá para resolver aquellos conflictos que se presenten en su vida diaria.

La lógica es sumamente útil como su metodología, ya que a través de ella podemos analizar, argumentar, justificar, razonar o probar razonamientos y se caracteriza por ser precisa y exacta, a pesar de que se base en datos probables o en hechos. El pensamiento lógico es analítico, el cual divide los razonamientos en partes, y el pensamiento racional es aquél que sigue las reglas y es secuencial por lo que es lineal y se va dando paso a paso.

El pensamiento lógico es sumamente útil para la ciencia, es el instrumento gracias al cual y a todo lo que permite que la ciencia avance para el bien humano, así como nos provee de una mejor calidad de vida y la capacidad de encontrar una solución a los problemas pendientes de resolver.

Tanto la ciencia como la humanidad necesitan racionalidad, clasificación, llevar una secuencia y la exactitud de este pensamiento para desarrollarse. Lo que suena muy lógico no lo es muchas veces, sobre todo en el tema de la racionalidad, porque perdemos muy fácil la objetividad y nos dejamos llevar por pensamientos viscerales que muy pocas veces rinden fruto.

Si logramos practicar la racionalidad, podremos percatarnos de que ésta está sujeta a una mejora continua, por lo cual nos dará la capacidad en la medida que la practiquemos de pensar, evaluar, entender y actuar de acuerdo a ciertos principios de mejora y consistencia, para satisfacer algún objetivo o finalidad.

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