Yucatán

Pulpeada registra su peor arranque en muchos años

TELCHAC PUERTO.– El primer día de la temporada de pulpo 2019 fue de total desánimo, enojo, molestia e impotencia de los hombres de mar que zarparon antes del amanecer con la ilusión de capturar un buen volumen, pero 10 horas después algunos regresaron con tan sólo 1 pulpo comercializable y, en el mejor de los casos, con 8 kilos.

“Estoy molesto, ¿quién me va a pagar la carnada, la gasolina y todo lo que se debe de jimbas, plomos y cordeles?, esto es porque los furtivos ya se lo llevaron y porque cambió el clima. Aquél un solo pulpo trajo”, se escuchó decir a uno de los pescadores que se agrupaban al notar la presencia de los reporteros de POR ESTO!

El rostro duro de los hombres de mar reflejaba la frustración del primer día de la temporada.

El desánimo era palpable y las quejas al unísono del grupo de pescadores de la parte Oriente del Puerto de Abrigo coincidían con que no había pulpo y que el precio debía mejorar.

María Cristel Cruz Chay, de la congeladora “Ramón Cruz”, confirmó el desánimo de los pescadores: “De acá salieron 15 lanchas y están regresando con 1 ó 2 kilos, hay quienes nada, salieron debiendo, porque la carnada que se usó fue jaiba, a 70 pesos abrió la carnada y el precio del pulpo aún no se tiene. Los compradores no han dado precio, será después, lo que dieron fue adelantos”.

Nada se ha hecho contra furtivos

Relató que la mayoría salió con la ilusión del arranque de temporada, a pesar de todos los rumores del precio, pero no hubo pulpo.

“Salieron desde las 5 de la mañana unos y otros a las 7, y empezaron a regresar a las 2 de la tarde y la mayoría está pegando ahorita (4 de la tarde). Nada que ver con el año pasado, esto era una fiesta, un gran ánimo”, dijo.

En esta congeladora los pescadores venden sus capturas, las clasifican, las pesan y los anotan para que cuando haya precio sumen sus volúmenes y les paguen.

Todo lo capturado la congeladora se lo vende a una comercializadora de Telchac Puerto y ésta, a su vez, a una congeladora de Progreso.

“Esto es muy sencillo, no encontraron nada porque el gobierno no ha hecho nada con los furtivos, por eso estamos así, mire nomás las caras”, dijo uno de los hombres de mar de mayor edad.

El pescador apodado “Pipis”, abordo de la caja de la camioneta que lo llevaría al pueblo con sus compañeros, pidió ser fotografiado con el papel en el que le anotaron su captura del día: “1 pulpo”.

Las caras largas de sus colegas evidenciaban que la suerte de ellos había sido igual o peor.

“De la chingada”

En la entrada del Puerto de Abrigo se veía que se acercaban 4 pescadores a bordo de la lancha y 3 alijos.

Se trataba de la embarcación “El Abuelo 2”, cuyos tripulantes zarparon a las 5 de la mañana y regresaron a las 4:30 de la tarde con 4 kilos en total, pero 3 eran de un solo pescador y 1 kilo de otro más, el cuarto pescador sólo logró un pulpo, los otros tres no lograron la medida comercial.

Al pegarse para bajar lo logrado preguntamos:

–¿Cómo les fue?

–De la chingada, es la verdad, no hay pulpo, a ver si así ya le van a subir el precio, con esto de hoy salimos debiendo. Hay que irnos más afuera, nos fuimos 8 millas al Norte, mañana a 12 millas al Oriente”, dijeron.

Reyes Chalé, Luis Chalé, Manuel Chalé y Antonio Chalé, que conforman la tripulación, se veían cansados, asoleados, hartos y desanimados.

Bajaron el poco pulpo capturado. El primer pesaje fue para Luis Chalé, con un atado de 4 pulpos:

“Están muy chiquitos, profe”, dijo el hombre de la báscula.

–¡Me lleva!

–No da, profe, insistía.

–Sí llega.

–No llega.

Finalmente le aceptaron solamente un pulpo, el resto los tuvo que devolver a la cubeta y llevarlos a casa.

Reyes Chalé logró que le pesaran 3 kilos.

“Está muy bajo, bajísimo”

“Acá han llegado 10 lanchas y entre todas hay unos 15 kilos, está muy bajo, bajísimo”, dijo el hombre de la báscula.

Relató que cada lancha sale con 30 litros, más un litro de aceite, carnada, unos 6 kilos, que se vende en 70 pesos el kilo y remató: “Mientras no haya precio no se mueve nada y hoy coincidió que los vientos cambiaron, los secadores no salen para perder, salen para ganar y hoy fue mal día”.

Todo junto

Miguel Dzib Galaviz bajó de la camioneta y sus compañeros lo esperaban a bordo de la caja.

“Estoy molesto, lo que traigo es puro hielo”, dijo mientras llevaba una caja con unos cuantos pulpos para que se los pesaran.

“Pésalo todo junto, es lo de todos”, dijo.

Entre los 3 tripulantes capturaron 2 kilos de pulpo y se fueron con 7 kilos de carnada.

“Nos fuimos 7 brazas al Poniente a las 5 de la mañana, hay mucho pulpo chico, no hay pulpo grande, hay que esperar a que el viento cambie.

“Ojalá el precio mejore, lo justo serían 70 pesos el kilo, de perdido, pero no menos. Nosotros nos llevamos 20 litros de diésel para el Contiki 5”, dijo.

Los rostros reflejaban la difícil situación y preguntaban si ya estaban pagando o si ya había precio.

Al que mejor le fue era un joven que salió solo y regresó con 8 kilos.

Cada uno fue subiendo a sus motos o camionetas con las manos vacías y, en las cubetas, los pulpos que les rechazaron por no alcanzar la talla comercial.

El primer día de la temporada en este puerto dejó desánimo.

En otros puertos ni siquiera salieron al pulpo, como fue el caso de Chicxulub Puerto.

No hubo embarcaciones pulperas, sólo se vio a buzos con compresores en la playa.

(Verónica Martínez)