Rafael Mis Cobá
El T’alkú de la Tía Juana
Alarmado por los estratosféricos porcentajes del PIB en deudas dejadas por los ex presidentes de México, el cabezón sobrino buscó a su escultural tía Juana para que le explicara cómo era posible tanto despilfarro e irresponsabilidad registradas en los gobiernos de Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto.
El cabeza de “lec” arribó sudoroso al paradero de los colectivos de la ruta a Chikindzonot y no precisamente por el intenso calor que se dejaba sentir en la ciudad, sino porque tuvo que correr al pasar por el Monumento a la Bandera para evitar los arañazos, amenazas, ofensas y hasta “c’oyazos” que lanzaban contra los hombres un grupo de alteradas féminas que protestaban “pacíficamente” en ese lugar.
Ya sorteado ese obstáculo y con el “xic’” maloliente de tanto sudor, el travieso sobrinín por fin llegó al pueblito lindo ubicado en plena selva maya, cuna de la hembra más hermosa y “t’int’inkí” que natura ha creado, y cuya perfecta anatomía es envidia de la propia Jennifer López y Gloria Trevi, juntas.
Tan pronto divisó a la bella mestiza que venía con su palangana sobre la cabeza, repleta de masa de maíz para elaborar a mano tortillas calientitas en su ardiente fogón, el sobrino corrió hacia ella para abrazarla y darle un beso en el cachete con tal vehemencia que por poco la hacer perder el equilibrio y pisar a su perro “malix” que la acompañaba.
—“Mejenkisín” sobrino, ponte quieto o te caigo a “uasc’opazos”.
—Tiíta linda, es que tenerte tan cerca y sentir tu aroma a “xc’anlol” me llena de gozo y me hace tan feliz.
—Pues no te me aloques porque con dos “uasc’opes” seguro te tranquilizas.
—¿Me viste muy alterado?
—Peor que Martí Batres en su pleito con Ricardo Monreal.
—“Uay”, tía, esos dos senadores de MORENA ya se andan peleando por el poder.
—Por eso AMLO les advirtió que no son los cargos los que deben importar, sino la contribución a los cambios, a la transformación del país.
—“Maare”, tía, los puso en su lugar y hasta les advirtió que los ciudadanos ya saben distinguir entre un trepador, oportunista y politiquero.
—Sobrino, para trepadores y oportunistas los diputados de Baja California.
—Cierto, tía, recibieron de 200 mil a 400 mil dólares tan sólo para votar y ampliar el mandato de dos a cinco años del gobernador electo Jaime Bonilla, así lo denunció el ex candidato del PRD a la gubernatura de ese Estado, Jaime Martínez.
—Eso es corrupción, sobrino.
—Tía, también es corrupción los 5 mil millones de pesos que el INE autorizó entregar este año para financiamiento de 7 partidos políticos.
—¿Cuánto “mejenkisín”?
—Hay te va desglosado: A MORENA le tocará 1,717 millones de pesos; PAN, 950 millones de pesos; PRI, 896 millones; PRD, 445 millones; PT, 391 millones; PVEM, 426 millones y MC, 411 millones.
—¡Me va a dar mi patatús, sobrino, tanto dinero para los partidos políticos mientras hay tanta pobreza que requiere de ese dinero!
—Tía, MORENA dijo que devolverá la mitad y pidió a los demás partidos que sigan el ejemplo, pero todos se han negado.
—Sobrino, sobrino, en el INE y en los partidos persiste la corrupción y la inmoralidad.
—Tía, igual de corrupción e inmoral son las estratosféricas deudas que dejaron los ex presidentes en altos porcentajes del PIB, ni que estuviera tan cara la masa, el achiote y la hoja de plátano.
—¿De qué masa y achiote hablas “mejenkisín”?
—De los ingredientes utilizados para el PIB. El domingo pasado se publicó que Zedillo dejó una deuda del 22.6 del PIB; Calderón 33.9; Fox 21.4 y Peña 49.9.
—¡Sobrino!, no seas ignorante. La información no se refiere al “mucbil” del Día de Muertos, no a ese sabroso “Pib”, sino al Producto Interno… ¡Bruto!
—“Uay”, tía, qué oso, compréndeme, fui a la misma escuela que Vicente Fox.
—“Mejenkisín”, según Wikipedia, el PIB “es una magnitud macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final de un país o región durante un período determinado, normalmente de un año. El PIB es usado como objeto de estudio de la macroeconomía. Su cálculo se encuadra dentro de la contabilidad nacional”.
—“Maare”, tía, déjalo así, no lo entendí, mejor me quedo con el “Pib” de finados.
—Sobrino, el que sí entiende de negocios y macroeconomía es Donald Trump.
—Seguro, tía, el “ch’el” quiere comprar la isla de Groenlandia.
—Así es sobrino, que porque esa isla tiene mucha riqueza minera.
—Tía, ten cuidado entonces, no vaya ser que Donald también quiera comprar Chikindzonot.
—Tienes razón, sobrino, mi pueblito también tiene mucha riqueza natural y no vaya a ser que Trump desee sus productos.
El sobrino ya no preguntó más, pues le bastó saber que en las tierras de Chikindzonot abundan las cosechas de chiles, camotes y plátano macho, productos que pudieran saciar el apetito voraz del huero oxigenado.