Doña Adriana Tzab Tzab, rodeada de sus 12 hijos, nietos, bisnietos y tataranietos
TIXPEUAL, Yucatán, 27 de agosto.- El pasado sábado al mediodía, doña Adriana Tzab Tzab rodeada de sus 12 hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, hijos e hijas políticos, celebró 95 años de vida, en un ambiente familiar y donde acudieron también sus vecinos que la conocen y la aprecian.
Según indican sus hijas y nietas es una persona que está muy activa y que hasta ahora a su edad no padece de ningún achaque y se vale por sí misma, ya que es independiente de lo que hace.
“Nosotras estamos muertos de cansancio de celebrar su onomásticos y ella como si nada y son las once de la noche y tiene una memoria envidiable pese a du edad”, dijo de las hijas.
Dice doña Adriana que nació el 26 de agosto de 1924, se casó a los 20 años de edad con Petronilo Tzab Canul y procrearon 13 hijos de los cuales 12 están vivos.
Ellos son René, Virgilio, Gualberto, Lourdes, Geny, Liz, José, Lucio, Nicté, Anita, Maira y Manuel.
“La mitad de mis hijos tuvieron profesión y los otros se dedicaron a formar sus propios negocios y no se pueden quejar, ya que a todos se les dio la oportunidad de estudiar”, dijo la festejada.
Entre sus alimentos destaca el pollo con verduras, además de leche, verduras, frutas, galletas y pan. Le gusta comer chicharra y todos los días gusta tomar sus cuartitas de cerveza, convive con sus yernos y come de todo, pero en su menú son los primordiales los que mencionó.
“Ella conoce muy bien la vida del campo, ya que su esposo fue campesino y para poder sostener a los hijos varones se iban con su papá al campo, ya sea a chapear o a cortar penca y él regresaba a las diez horas, ya que sus hijos tenían que ir a la escuela y me acuerdo que les llevaba en ocasiones la comida al campo y se madrugaba en esos tiempos”, agregó.
Doña Adriana dice que su mamá se llamó Camila y su papá Porfirio, que falleció muy joven y los obligó a ayudar en la casa.
“Nosotros solo fuimos tres hijos de ese matrimonio, de los cuales solo vivimos dos, mi hermanita Feliciana que tiene 86 años, mi hermano falleció a los 99 años y una servidora”, indicó.
“Con el paso del tiempo a mi esposo Petronilo le fue gustando la política y adquirió un molino de nixtamal que administraban mis hijas y de allí se adquiere un molino para tortillas y es donde incursionamos. Mi esposo llegó a ser diputado y con sus ahorros adquirió estos muebles que aún conservo. Hace 20 años que enviudé”, expresó.
“Para sus hijas dice que es una bendición que la tengamos ya que es un ejemplo para nosotros de que la veamos desde muy temprana hora levantada, le gusga leer desde la prensa escrita o un libro y narra todo lo que vio en sus lecturas. En su fiesta tuvo su misa de acción de gracias y después entre los hijos y familiares convivimos entre todos, además de sus amigos que han visto y la respetan, bailó su vals, bailó con sus hijos y nietos, canto con mariachi, se tomó las fotos del recuerdo con sus hijos, nueras y yernos. Cortó su pastel se tomó sus cuartitas y agradecemos lo más fabuloso que podemos tener como hijos que es nuestra madre, que está sana y consiente de todo lo que hace. Es independiente”, expresó
La rodearon sus 33 nietos, sus 17 bisnietos y un tataranieto y esperemos que Dios nos las deje por muchos años más y seguirla disfrutando como hijos.
(José Alfredo Islas Chuc)