Cuando hace 10 años doña Elsy Guadalupe Comas Novelo fue a Conkal para entregar, por tercera ocasión, sillas de ruedas junto con otras integrantes del primer Club Rotario de mujeres de Mérida, se le acercó un niño, le dio un tironcito a su ropa para que volteara a verlo, y le dijo:
–¿Usted trae sillas de ruedas?
–Sí.
–Y a mí, ¿me puede traer mi oreja?
Conmovida, ella le contestó de inmediato:
–Por supuesto que te la traigo, corazón.
Y lo más bonito de esto es que, aunque construirle una oreja a un niño que nació sin ella tiene un costo, sin honorarios médicos –de 500 mil pesos–, doña Elsy Guadalupe le cumplió, seguramente porque la Divina Providencia asistió a ese niño para que se lo pidiera a quien podía lograrlo, ya que su hijo Manuel Fajardo Lara tiene la profesión de cirujano plástico y, aunque en ese tiempo trabajaba en el Hospital “20 de Noviembre” de la Ciudad de México, vino cada 6 meses en 3 ocasiones para hacerle las operaciones de reconstrucción y no solamente lo ayudó en la parte estética, sino también en la parte auditiva, hasta lograr que recuperara el oído.
También la mandíbula
También se contó en esas ocasiones con el apoyo del Dr. Roberto Flores, quien le operó al niño la mandíbula, ya que también le faltaba desarrollo.
Hoy las circunstancias han puesto a doña Elsy Guadalupe y a sus amigas, socias actualmente del Club Rotario Mérida Itzaes, en el camino de ayudar a otra persona, una niña de 8 años de nombre Allison Alejandra Castro Pinto, quien nació en Chelem y carece también de una oreja. Es por eso que va a comenzar a ser tratada y va a requerir tres operaciones de reconstrucción que estarán a cargo del mismo generoso doctor Manuel Fajardo Lara, quien ya vive en Mérida.
Nos enteramos de lo anterior durante una entrevista en la que una estudiante de medicina, Aída Sofía García Ramírez, nos hizo el favor de explicarnos que Allison nació con una condición llamada micropia en el oído derecho, de la que resulta que tiene una falta de formación de la oreja y el pabellón auricular. Tiene también atresia del conducto auditivo, por lo que su capacidad de escuchar está muy reducida y necesita, junto con la reconstrucción de la oreja, un vibrador óseo para poder oír.
Además, como tiene hipoplasia mandibular, va a necesitar un cirujano maxilofacial porque está poco desarrollada su mandíbula en el lado derecho. Es decir, que hay todavía varias duras batallas que dar y participa en ellas, como apoyo psicológico, aquel niño que hace una década pidió que le llevaran una oreja, de nombre Martín Gamboa Pool, que hoy tiene 21 años y acaba de terminar la preparatoria.
No lo abandonamos
A Martín –nos dice doña Elsy– no lo abandonamos después de que se le hicieron las operaciones y ahora se le va a patrocinar, por parte de los rotarios, una beca para que estudie una carrera en el Instituto Tecnológico de Mérida. Y, bueno, pues debes saber que él está en contacto con Allison y es quien la anima para que, como es apenas una niña, no se preocupe por las operaciones a las que se tiene que someter, ya que le dice:
–No tengas miedo: mira, yo pasé por lo mismo y ya todo se arregló.
Pero naturalmente, para lograr que en el caso de Allison todo se arregle también se requiere apoyo económico, pues aunque el doctor Manuel Fajardo no cobre y aunque se consiga el apoyo gratuito de un cirujano maxilofacial, se va a requerir un quirófano varias veces, así como anestesiólogos y enfermeras de quirófano, medicinas, el vibrador óseo, etcétera, lo que representa un costo de alrededor de 500 mil pesos que la familia de Allison, como fue el caso de Martín, no puede cubrir.
Quienes deseen ayudar a Allison pueden llamar al teléfono 9992 79 60 34 o hacer un depósito en la cuenta 52 04 16 42 17 25 03 95 de Banamex.
En la rueda de prensa estuvieron también doña Yuly García Benítez López y doña Sofía Ramírez Burgos, ambas ex presidentas de un Club Rotario.
(Roberto López Méndez)