Jorge A. Franco Cáceres
¿Es Andrés Manuel López Obrador incansable autoridad en reuniones oficiales y encuentros sociales por todo México o tiene dobles andantes? ¿Tienen también doppelgängers, otros personajes muy activos en el proceso de cambio de régimen de la Cuarta Transformación?
Si las oposiciones sectoriales y partistas están sufriendo con el Presidente de la República y otros líderes destacados de la 4 T, ¿qué les sucedería si aparecieran otros dobles andantes de AMLO y varios más correspondientes a los autores del proceso republicano?
El doppelgänger humano o doble andante apareció por primera vez en una novela alemana de 1796, escrita por Jean Paul –Johann Paul Friedrich Richter–. La creación proviene del alemán doppel, ‘doble’ y gänger, ‘que camina’. Después de esta obra, la presencia de los doppelgängers en la literatura ha sido realmente significativa.
Quizás uno de los mejores autores literarios de lo que es y de lo que puede significar el doble andante para sus adversarios, sea el escritor Edgar Allan Poe. En su magistral cuento “William Wilson”, de 1839, ofreció uno de los más claros ejemplos de un doppelgänger.
¿Qué simboliza el doppelgänger en la obra de Allan Poe? Sencillamente, se trata del significado ulterior de lo que uno cree es el doble andante en la sociedad y lo que los demás creen que es en la vida diaria.
Las historias de los dobles andantes toman muchas formas en las obras impresas. Resultan también muy atractivas como tópicos para crear tendencias en redes sociales, porque son elásticas y versátiles. Todas contienen algo o remiten a alguien que, de alguna manera, tiene poco o mucho que ver con nosotros.
La idea de encontrar al doppelgängel o al doble andante de alguien más, sugiere una experiencia de poder personal que puede ser interesante para uno, pero que también puede resultar aterradora para otros, especialmente para sus peores adversarios.
Significa que uno puede ver a alguien como no pensó que era, pero sus adversarios pueden verlo como un sujeto que nunca imaginaron o desearon que pudiera existir. Antes de pensar en algo lógico, uno mismo y sus peores adversarios reacionarían imaginando situaciones que oscilarían entre desconcertantes y amenazantes.
Las nuevas comunicaciones facilitan las búsquedas de dobles andantes como nunca antes en la historia humana. Todos podemos encontrar una multitud de doppergangers humanos online, aplicando programas de reconocimiento físico y localización personal. Así se descubre que hay varios seres humanos que tienen coincidencias excepcionales entre sí.
Por efecto de lo común que hoy día son las búquedas online, los doppelgängers físicos ya no son tan inquietantes para los cibernautas como los dobles andantes políticos. Saben bien que éstos, así como pueden ser desconcertantes para los seres queridos, serán tremendamente amenazantes para sus enemigos declarados.
No conviene descartar que el encuentro con alguno de los dobles políticos no pueda ser comprometedor para uno mismo. Sin embargo, casi seguro es que pagaríamos este precio a cambio de ver a varios doppelgängers que resulten aleccionadores para sus adversarios declarados.
No es sorprendente que internet esté facilitando que puedan encontrarse doppelgängers humanos desde sus aplicaciones de reconocimiento de rostros humanos. Sin embargo, no debemos ignorar que lo que puede ser desconcertante para uno mismo e impactacte para los demás, es lo que suceda a partir de las conexiones personales con los dobles andantes políticos.
El mito del doppelgänger político, en los casos de Andrés Manuel López Obrador y otros personajes de la Cuarta Transformación, opera actualmente como un juego digital contra el miedo colosal de sus enemigos declarados a todo lo que es desconocido para ellos de la Cuarta Transformación.
Imagínense ustedes lo que sugnificarían varios doppelgängels de AMLO resueltos a aprovechar el nuevo régimen político en México, para ir más allá de la aprobación norteamericana del T-MEC y las inversiones estadounidenses y canadienses para los megaproyectos de infraestructura energética, industrial y urbana.
Se trataría de dobles idénticos a él, que respalden políticamente al Presidente de la República para establecer una economía nacional que rompa inercias tecnocráticas, confronte intereses transnacionales y movilice a la mayoría social sin caer en tentaciones autoritarias, es decir, mediante la vida institucional, democratica y republicana.
En esta era moderna de la tecnología global, otros AMLO y varios líderes más de la 4 T serían demasiados dobles andantes políticos que, por una u otra razón, panistas, priístas, perredistas, emecistas, etc., preferirían que no surgieran.