Síguenos

Última hora

La semana iniciará con posibles lluvias en la Península de Yucatán debido a una vaguada y una nueva Onda Tropical

Yucatán

La última generación elegante

José González Cámara

La generación de los que ya tenemos 50,

nos estamos yendo.

Y ahora, ¿quién nos va a sustituir?

Nosotros somos una generación única.

Espero que alguna vez pueda venir otra igual.

Porque somos la última generación que escuchaba a sus padres, tíos, abuelos.

También los respetábamos, así como a nuestros profesores.

A las personas mayores, las amábamos de verdad.

Somos la generación que sabe honrar.

Nosotros atravesamos la era del rock.

Vivimos los inolvidables 80’.

No había seguros médicos privados, jugábamos en las calles

y éramos responsables con los estudios

Somos una edición limitada.

Somos los últimos elegantes.

Somos la generación del “por favor” y el “gracias”.

Y nos estamos yendo.

Todos los días somos menos.

Aprovecha cuanto puedas, aprende con nosotros.

Muchos no estudiamos más que primaria o secundaria y somos

gente educada, honrada y trabajadora de buenos principios.

No somos hijos de papi con más de 25 años y con carreras

profesionales de escuelas privadas y que todavía dependen

de sus padres. No éramos “mantenidos”.

Sabíamos cómo enamorar.

Nos enseñaron que no importaba ser lindos, que al fin y al cabo, “verbo mata galán”.

Nos tocó tener principios y respeto, y pasaremos a la historia como una generación humana y con valores.

Los que tenemos 50 o más, fuimos y seremos una generación

extraordinaria como quizá nunca jamás se vuelva a ver.

Somos la última generación que su palabra era de honor, que tenía el sentido de la gratitud

La generación que sabía de la lealtad, de la entrega y de la lucha. Somos los últimos barones que sabían que el honor estaba por encima de todo

Recuérdalo; nos estamos yendo.

No lo olvides: los tiempos cambian,

pero los principios no, son para siempre.

Brindo por nosotros, la última generación elegante

Siguiente noticia

La ley de transparencia en Braille es una realidad en Yucatán