Roldán Peniche Barrera
Yucatán Insólito
(Concluye)
El joven, muy apenado, dijo al filósofo:
–Le pido disculpas por no saberme expresar.
El filósofo lo corrigió nuevamente diciéndole:
–No se dice le pido disculpas, lo correcto debe ser: le ofrezco disculpas.
El joven, muy temeroso, le dijo:
–Qué bueno que veniste, filósofo, porque te quiero hacer una pregunta.
Nuevamente el filósofo lo volvió a corregir diciéndole: no se dice veniste, sino viniste, porque es un verbo irregular del verbo venir , al pronunciarse en la segunda persona del singular del pretérito de indicativo.
El filósofo preguntó al joven:
–¿Qué es lo que usted me quiere preguntar?
–¿Será que llueva hoy en la tarde?
El filósofo se comenzó a reír y le dijo:
–Mañana te lo digo.
El joven, totalmente sorprendido por la gran sabiduría del filósofo, se despidió de él diciéndole:
–Hasta luego, filósofo, y muchas gracias por sus valiosas enseñanzas.
El filósofo le dio un apretón de manos y le preguntó:
–Solamente por curiosidad, ¿quién es tu maestro?
–Mi maestro es ése que está sentado enfrente de usted, su nombre es Jorge Parra Zapata.
Entonces el filósofo le dijo:
–Con razón no sabes nada, muchacho.
Un abrazo
Jorge Parra Zapata