El ateísmo es un tema complejo, nos parece que es causa de debate en algunas instancias, porque parte de un fenómeno social difundido que responde a múltiples causas, señaló el investigador Iván Franco al dictar la conferencia “Raíces y evolución del ateísmo”, en la video sala del Centro Cultural Olimpo.
Invitado por la Alianza Masónica de Yucatán, recalcó que de acuerdo con diversas fuentes se calcula que más o menos el 12.5 por ciento de la población mundial son personas que no creen en deidad alguna, son ateos y antiteístas, no incluye a los agnósticos y la ambigüedad crítica de esos sectores. Dijo que los ateos y antiteístas varían de número según los países, responden a un proceso histórico, la razón y el conocimiento científico, diferencia sustantiva entre ateos y antiteístas.
Hay los que no creen en dios y rituales, pero reconocen la existencia de cosas tangibles, como Stephen Hawkins, que dice que el universo se creó de la nada, apuntó. Franco señaló que las reglas se imponen desde las religiones, y dijo que un aspecto común de esos que no creen es su nivel de estudios o conocimiento especializado en una o más áreas científicas, además de que responden a patrones prácticos
Para ellos la información cumple un rol decisivo y hay los que no creen en la desilusión, anotó e hizo notar que en el caso de las religiones estas son reguladas por poderes, aunque hay algunas en las que las figuras de autoridad están desacreditadas, porque construyeron utopías. Citó cuatro conceptos claves para entender el tema: Dios, deísmo, ateísmo y algo que no se contempla pero está en la discusión: el antiteísmo.
Por ejemplo, los filósofos de la antigüedad enseñaron en entornos políticos como educadores, consejeros, asesores políticos. No pocos gobernantes eran politeístas, aunque hubo escépticos como Pilato. Epicuro terminó hablando de un Dios único. El deísmo es la creencia en un dios aparte de los hombres; se considera que existe un dios pero alejado de la vida cotidiana, sin parte activa en el despliegue de sus leyes.
El ateísmo, según su raíz griega, es alguien sin dios o sin dioses, y los antiguos respondían con rigor conceptual contra el politeísmo, con ideas del atomismo y la observación de la naturaleza. Lucrecio fue uno de ellos, se apartaron de ese mundo confuso e incluso dieron pláticas pedagógicas. Antiteísmo deriva de la acumulación relativa de discursos científicos sobre el origen del universo, de la vida, la ilustración, las ciencias ante el estándar y la filosofía del materialismo histórico.
Asociada a sus deidades secundarias, contra cualquier creencia, el monoteísmo mató a los dioses, y el ateísmo mató al monoteísmo; entonces es posible establecer la tesis de que nada es creado, ni surge por fuerzas mayores. Franco señaló que los monoteístas se remontan a unos tres mil años antes de nuestra era, la actitud racional está creada en la evidencia, la actitud racional inicia con la ruptura de todo dogma.
Dijo que los primeros ateos surgieron en épocas antiguas, tienen sus raíces del siglo sexto antes de Cristo, en contextos politeístas; en contraparte, los primeros cristianos por no adorar las deidades reinantes fueron considerados paganos; pensar era un acto de dios, pero la razón era un aspecto de difundir.
Sin embargo, anotó, siguen las preguntas que se hicieron desde hace siglos: quiénes somos, de dónde venimos, quién creó el universo. Los grecorromanos representaron la incipiente perspectiva científica, son varios los representantes; es inagotable la fuente: Tales de Mileto, Heráclito, Demócrito, Aristóteles, Epicuro, Sócrates y el uso de la razón, concluyó.
Con información de Rafael Gómez Chi