“Qué bonitas vaquerías son las de mi Yucatán”, dice el coro de la jarana que se escuchó a lo largo del derrotero de Plaza Carnaval durante el desfile de la Noche Regional a la que acudieron miles de yucatecos, no pocos de ellos con el tradicional terno y la filipina con alpargatas.
Con una noche de 28 grados Celsius, mayormente despejada, el derrotero del desfile, de dos horas y media y con una asistencia de más de cien mil personas, según las autoridades municipales, lo abrió la Dirección de Cultura y la Subdirección de Identidad Cultural con los Ballets Folclóricos Titular y Juvenil del Ayuntamiento de Mérida, que presentaron los programas de Cuba y Yucatán –cuales incluyeron danzón, guaracha y trova–, bajo la dirección de las maestras Irene Andrade y Astrid Martínez.
Unas 300 personas conformaron este contingente, en el que también estuvo el Centro Municipal de Danza con una breve retrospectiva histórica a través de la danza, de modo que abrieron con representaciones prehispánicas de la petición de la lluvia y, enseguida, unas vestales realizando un rito de adoración al dios sol y a la luna.
Posteriormente, se presentó la danza de las sembradoras y un contingente que reflejó la fusión de dos culturas, la maya y la española, en alusión a la danza de la jota aragonesa, antecedente directo de la jarana (que nació en el siglo XIX).
Magna vaquería
Por eso, en el orden de los contingentes, los mestizos y las mestizas participaron en el tercer grupo. Las mujeres con ternos elegantes y los rebozos de Santa María, y los hombres con la filipina, el sombrero y la alpargata. Presentaron una vaquería con las tradicionales jaranas: “La fiesta del pueblo”, “El maquech”, “El chinito koi-koi”, “China chinita”, “Nicte-Ha”, “Las mujeres que se pintan”, “Paulina” y, desde luego, “El Torito”.
Además, los Centros Culturales Wallis y Casamata participaron con 20 parejas de jaraneros bailando al ritmo de los temas “La Bikina” y “Paulina”. Y la Compañía de Danza Folclórica Kaambal (que dirige Samuel Espinosa) y Perla del Mayab (dirigida por Francisco Cambranis), presentaron el programa “La Corrida” y fueron musicalizados por charanga.
Hubo una fila de chineros, panaderos, algodoneros, eloteros, chicharroneros y paleteros, para representar la cultura popular que se vive aún en los pueblos y en algunas colonias de Mérida.
A partir de las 11:30, en Plaza Izamal, se realizó una Vaquería Libre con los Grupos Jaraneros “Tumben Kiin. Nuevo Amanecer” y “Lucero de Paz”, con música en vivo de la Orquesta Jaranera.
Después participaron las empresas patrocinadoras como la Coca Cola con el cuadro de Aladino y la lámpara maravillosa y las únicas edecanes a lo largo de todo el paseo que inicia en la parte trasera del estacionamiento y continúa por la calle que se usa de salida en la feria de noviembre, sigue por la calle que conduce a la comisaría de X’Matkuil y entra por el pasillo que utiliza el transporte público.
Fiesta del pueblo
El contingente del Departamento de Atención a Personas con Discapacidad del DIF presentó cuadros jaraneros junto con el Centro Integral para la Plenitud del Adulto Mayor, cuyos integrantes le ponían más sabor al caldo que unos adolescentes.
Buena parte del desfile se lo llevaron los Centros de Desarrollo Integral del Ayuntamiento con diversos cuadros como “Fiesta de pueblo”. Participaron personas de la Miraflores, de San José Vergel, Chuburná, Dzununcán y San José Tzal, entre otras colonias y comisarías.
La Cámara de Comercio y la batucada de la Caja Popular Mexicana alegraron el derrotero con música distinta a la que estaban poniendo de jaranas y danzones, para dar paso a grupos de “Guerreros Mayas”, que representaron la leyenda del Che Uinic; la Telesecundaria “Benemérito de las Américas” con “Sihó”; la leyenda del maquech y la leyenda de Nicte-Ha, a cargo de vecinos de Francisco de Montejo.
El grupo Pasión Latina con la leyenda del Tzukán se llevó los aplausos; y los de la Vicente Solís con la leyenda de Xibalbá, también merecieron el reconocimiento del respetable, que anoche llenó los palcos. Después del domingo, la entrada a Plaza Carnaval fue una de las mejores, así se reflejó en el intenso tráfico a las siete de la noche por la calle 50 desde el Anillo Periférico.
Las comparsas reflejaron diversas leyendas de la cosmovisión maya, de modo que vimos aluxes, uay chivos, el enano de Uxmal y las leyendas de dziu y del balam. Desfilaron hasta los recogedores de basura de Servilimpia y, detrás del grupo de Dirección de Bienestar Social, el grupo de Marcelo Sanguinetti Briceño Jacarandoso, quien paseó en un triciclo imitando a un tamalero, pero lo hizo tan bien y tan real que los tamales eran de verdad. Muchísima gente que estaba tomando sus “chelas” a lo largo del derrotero recibió un tamalito de obsequio. La comparsa de Jacarandoso también fue una de las más extensas y aplaudidas de la noche.
Enseguida, las botargas del terror y el sonido que precedió al de anime y la presencia de modelos y actores como Vanessa Arias, Dorismar y Julián Gil. El alcalde Renán Barrera Concha ni tardo ni perezoso abrazó a las modelos y actrices y sólo sonrió cuando el actor Julián Gil se acercó a saludarlo.
¿Y los soberanos?
El curioso cronista que ha visto a Dorismar en Playboy, se acercó a ver si eran de verdad y sí, eran de verdad, por lo que, en la tónica del tema del Carnaval, se hizo varias historias e historietas y pensó que dentro de toda esa literatura, el cuerpo de Dorismar representaba la parte erótica.
Los que de plano pasaron totalmente desapercibidos fueron los Reyes del Carnaval, de no ser porque los mencionaba la conductora del desfile nadie se hubiera dado cuenta que estaban ahí.
Queda para el martes la Batalla de Flores y se augura a miles de personas, tanto en Mérida como en Progreso, porque –ya se sabe– hay gustos para todo en este mundo, matraca.
(Rafael Gómez Chi)