Pilar Faller Menéndez
Lamentable discurso ha hecho el empresario Ricardo Salinas Pliego al decir que “La imaginación es la mitad de la enfermedad, y la paciencia la mitad de la cura”, y por si fuera poco, ha dicho que “la alternativa al aislamiento es la rapiña y la violencia social”… con lo que de cierto modo incita a que esto ocurra, pero no se han quedado calladas las voces que reconocen la estupidez de sus declaraciones seguramente provenientes del descenso de las millonarias ganancias que está acostumbrado a sumar a su fortuna.
Por si no fueran suficientes sus desafortunadas declaraciones, en las sucursales de Banco Azteca, propiedad del Grupo Salinas, han puesto letreros para los cuentahabientes, que en su mayoría utilizan los créditos, de pagar por adelantado un mes por cuestiones de contingencia, cuando otras instituciones bancarias han ofrecido a quienes así lo deseen, diferir sus adeudos, ante la contingencia actual. Salinas Pliego remueve las entrañas ante la falta de solidaridad y este comportamiento voraz para no perder un céntimo.
Si todos los empresarios mexicanos estuvieran pensando como él, seguramente nuestro país estaría envuelto en el caos, porque ya son suficientes los esfuerzos que otros realizan, para que aparezca un frijol ambicioso en el arroz, que no entienda lo que significa la palabra solidaridad, y anteponga sus propios intereses ante la salud de todo un país.
A diario leemos que negocios locales han empezado a cerrar debido a la recesión que vivimos, ya que la gente permanece en aislamiento y comprando solamente aquellas cosas necesarias para poder vivir. Esperamos que los demás empresarios reprendan y desaprueben la voracidad de Salinas en estos tiempos del coronavirus.
Si por ser un gran empresario se siente inmune no solamente ante el coronavirus, sino a su posición de magnate, está completamente equivocado. Ya no somos aquellos lame botas de antaño, nos hemos solidarizado en estos tiempos, y no faltarán quienes al unísono también alcen la voz y lo llamen irresponsable, voraz y falto de empatía a quienes lo han hecho millonario.
¿Cómo se atreve a hacer un llamado a salir a trabajar porque “somos fuertes” y el virus “no es tan mortal”? Si verdaderamente esto piensa, que salga él, y verá que sus ideas demenciales no van a mover la voluntad de los mexicanos que hoy permanecen en aislamiento para prevenir su salud y la de los demás.
La irresponsabilidad de un llamado líder empresarial, sería bueno que la acallaran los empresarios que han decidido apoyar a sus trabajadores, a pesar de dejar de percibir ganancias y muchos hasta pérdidas. No podemos pasar por alto esta miseria moral del Sr. Salinas Pliego, probablemente sus declaraciones no se olvidarán y la gente, en la medida de sus posibilidades boicoteará su emporio.
Lo invito a realizar un viaje, si quiere de negocios para que siga buscando más maneras de hacer dinero, prepare su avión privado y diríjase al país en donde crea que hay más oportunidades de troquelar dinero, a ver si lo dejan entrar, ya que mucho ayuda el que no estorba, y por respeto a este rotativo no le envío recuerdos a su progenitora ni le regalo unas zapatillas de ballet para que vaya de puntitas a ya sabe dónde.