Yucatán

Lo imposible es posible

Eliseo Martín Burgos

Molesto, el poderoso líder soviético José Stalin, mandó por el ministro de Comunicaciones del Soviet Supremo y le preguntó por qué su imagen no había circulado en los timbres postales, y le informaron:

–Hace tiempo que están en circulación, pero el pueblo no los usa, porque no se adhieren en los sobres.

–¿Por qué? ¡Tráigame unos, a ver!

De inmediatos le trajeron los timbres, tomó uno, lo pasó en la punta de la lengua, lo pegó a un papel y rugió:

–¿Quién dice que no se pueden pegar?

–Así sí –dijo el ministro–, pero no como lo hace el pueblo, que lo escupe en la otra cara del timbre, donde está el retrato de usted.

Antología del Chascarrillo

Segunda Epoca