150 raciones de pescado frito repartió la familia Martínez Lio, que normalmente se dedica a la venta de este alimento en el Mercado Municipal, a personas necesitadas del puerto de Progreso en solidaridad con las familias que pasan por momentos difíciles.
Con el apoyo del personal de vigilancia del Mercado Municipal, guardando los protocolos de prevención y seguridad, se entregaron 4 pescados por familia de las especies rubia, canané, sierra y pargo.
La familia pidió el anonimato, como muchas otras, pero después de una charla dijo que es el momento de solidarizarnos unos con otros y ofrecer el pescado a quien lo requiera, debido a que ahora con esta pandemia la especie marina es proteína para personas de escasos recursos económicos, que son los que en realidad lo necesitan.
Todo aquel que llegaba al puesto tenía su respectiva ración de pescado frito para el almuerzo, debido a que de esta manera se le da gracias al Supremo por parte de las bondades recibidas, sin distinción de quién es, por el sólo hecho de necesitarlo, “total, todos tenemos cubrebocas y gorras, para los que les dé pena”.
Esta familia, que es lectora del POR ESTO!, dio a conocer su solidaridad con todas las personas que, en medio del anonimato, realizan este tipo de labor altruista, “en mi caso, mi esposa y mis hijas decidimos hacer la entrega de las raciones de pescado frito de buena calidad, recién freído para la hora del almuerzo.
“Pero son cosas de la vida que se dan y eso es lo de menos, desde luego esperamos que otras personas se sumen a ofrecer a las personas necesitadas alimento de buena calidad en esta etapa de contingencia. Como lectores del POR ESTO! somos seguidores de las personas que a diario, en medio del anonimato, donan comida para los desamparados de las calles, les regalan tortillas, despensas, ofrecen servicios médicos a adultos mayores, pagan alimentos en cocinas para que las personas vulnerables tengan alimento y atención medica todos los días", explicó.
Antes de iniciar la entrega de las raciones, la familia rezó, luego solicitaron a los vigilantes del Mercado que los apoyaran para la repartición.
Por Julio Jiménez Mendoza