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Critican embates contra energías renovables

“Los embates contra las energías renovables desenmascaran una intentona de proteger los intereses económicos de la Comisión Federal de Electricidad en vez de salvaguardar la red y la estabilidad de la misma, así como al usuario final”, consideró Benigno Villarreal del Río, presidente de la Asociación Peninsular de Energías Renovables.

“Lo que acaban de hacer es el cuarto y más reciente embate, el del porteo, que no es otra cosa que elevar lo que cobra la CFE por llevar energía del punto de generación al consumo”, señaló.

Hace unos días, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) aprobó por unanimidad de sus comisionados un proyecto que permitirá a la CFE aumentar las tarifas de transmisión para las centrales de autoabastecimiento.

Dichas centrales fueron construidas antes de la Reforma Energética como parte de las modificaciones a la Ley del Servicio Público de Electricidad, modificada en el 2012.

Aunque en la sesión del máximo órgano de gobierno de la CRE no se detalló ni el porcentaje de aumento que se aplicará a los costos de transmisión a las compañías privadas ni la metodología que se empleará para su cálculo, Villarreal del Río estimó que será del 400 al mil por ciento.

El porteo

“Ese cobro, conocido en inglés como willing charge, existe en todos los sistemas de mercados libres y abiertos en el mundo. Se venía señalando que las renovables no pagaban porteo, pero siempre se ha pagado el porteo, sólo que había uno diferenciado, según las tecnologías con las que se genere la energía”, dijo.

“Sí pagaban y además de todo superaban lo que se paga en otros mercados como en Texas, que es similar al de México, y en los mercados que manejan Nueva York, Massachusetts, Vermont, Nueva Inglaterra, incluso con California”, dijo.

“Llegan a decir que van a incrementar el porteo y hay el rumor de que será del 400 al mil por ciento, es prácticamente condenar a las empresa actuales a caer en incumplimiento de pagos por el financiamiento y por el pago por las rentas de las tierras a los campesinos donde están alojadas”.

Ahuyentará inversión

El entrevistado consideró que esa acción “traerá consecuencias muy significativas a las empresas que ya existen y terminará por ahuyentar la inversión a futuro. Eso es complicado, a pesar de que se ganaron los amparos, porque eso se hizo con poco aseo jurídico, el mensaje es que no quieren las energías renovables ni la inversión privada y, aunque el lenguaje es que sí lo queremos, en los hechos es otra cosa”.

“Hemos batallado muchísimo para mantener las inversiones, no sabemos cuál es su destino, pero al final del día tenemos optimismo porque estamos convencidos en la Asociación Peninsular de Energía Renovable de que el futuro de la energía es eléctrico y el futuro de la electricidad es renovable”, dijo.

Sostuvo que, “ante esa realidad, no hay política pública que sea sostenible y a lo largo del tiempo esperamos que pronto prevalezcan mejores criterios. Los funcionarios públicos, los empresarios y la prensa quieren todos un México mejor y nuevamente podamos encontrarnos en el sendero del desarrollo sostenible”, indicó.

Recordó que “la intentona de cancelar los certificados de energía limpia derivó en una serie de amparos que tengo entendido que han sido ganados. Cualquiera que tenga una planta nueva de energía limpia luego del 2014, puede generar certificados de energía limpia. CFE podría poner una planta nueva bajo las normas de la ley, pero no quieren”.

Segundo embate

Refirió que el segundo embate fue el acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía que se fundamenta en la emergencia sanitaria para evitar la interconexión a la red de nuevas plantas, porque querían darle mayor certeza al sector energético. “El argumento fue que se cayó la demanda en 30 por ciento, pero en realidad la demanda cayó 10 por ciento”.

En México las energías renovables intermitentes, eólica y solar, son del orden del 7 por ciento, algo perfectamente manejable aún para el más rupestre de los sistemas, que no es el caso del mexicano. En Uruguay, la energía limpia supera el 90 por ciento y, en Alemania, 50 por ciento. No es posible pensar que en otros países sí se puede y en México no, comentó.

Y antes del precio de porteo, hubo un comunicado de la Secretaría de Energía del 15 de mayo de cambiar el orden del despacho eléctrico, que era la energía más económica, por la más cara. Las plantas de la CFE despachan en 126 dólares, cuando una eólica lo puede hacer a 20 dólares.

“Eso es tremendo de cara a nuevas inversiones y atenta contra el interés económico y derecho devengado de los inversores”, indicó el entrevistado.

(Rafael Gómez Chi)

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