Yucatán

Familia usaba como cubeta una posible pieza de misil de la Segunda Guerra Mundial; ahora se exhibe en el Museo de Tizimín

La pieza, hallada en Punta Venado, Quintana Roo, en 1951, comenzó a despertar interés debido a inscripciones grabadas en su tapa.

El contenedor de misil es un ejemplo del valor histórico que alberga este museo
El contenedor de misil es un ejemplo del valor histórico que alberga este museo / Efraín Valencia

Entre las reliquias del Museo de Tizimín se encuentra un objeto singular que atrae la atención de historiadores y visitantes: un contenedor que posiblemente formó parte de un misil de la Segunda Guerra Mundial, reveló el historiador Luis Pérez Salazar.

El cilindro fue hallado en Punta Venado en 1951 y donado posteriormente al museo por la familia Flor Marrufo. Curiosamente, este contenedor fue utilizado por la familia como si fuera una cubeta para acarrear agua. Con el tiempo, comenzó a despertar interés debido a las inscripciones grabadas en su tapa: M. K. 15 N. S. 1944/389116-2 J. R. D.

El bote, de 30 pulgadas de largo por 7.8 de alto, representa un pedazo de historia militar que los coleccionistas y aficionados aprecian por su originalidad y autenticidad. Fabricado en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), su uso exacto en el conflicto se desconoce, pero se cree que formaba parte del equipo de campo. Este objeto no sólo es raro, sino que también provoca gran curiosidad y conversación entre los visitantes del museo, consolidándose como uno de los elementos más llamativos de la colección.

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El Museo de Tizimín, ubicado en la calle 50 entre 47 y 51, abrió sus puertas el 26 de junio del 2006 gracias a la iniciativa del maestro Luis Pérez Salazar, quien es un apasionado del registro local. Pérez Salazar ha reunido a lo largo de 40 años objetos, instrumentos y enseres históricos que hoy conforman el acervo del lugar.

Quienes asisten el recinto pueden realizar visitas guiadas y consultar directamente al historiador sobre las piezas, recibiendo explicaciones detalladas sobre su origen e importancia.

Pérez Salazar subrayó que contar con un espacio como este es fundamental para resguardar la memoria histórica de Tizimín, así como para difundir la cultura y las tradiciones locales tanto a residentes como a visitantes extranjeros, quienes frecuentemente descubren este museo antes que los propios habitantes de la ciudad.

El contenedor de misil es un ejemplo del valor histórico que alberga este museo, combinando rareza, autenticidad y la capacidad de transportar a los visitantes a un pasado cargado de historia y memoria bélica.