
El zapato yucateco vuelve a caminar con paso firme. La reciente publicación del decreto federal que suspende la importación temporal de calzado terminado marca un punto de inflexión para la industria zapatera de Ticul, que durante los últimos años había visto caer sus ventas y perder empleos ante la entrada masiva de calzado asiático a precios imposibles de competir.
El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación la semana pasada y respaldado por la Secretaría de Economía, establece que los zapatos terminados ya no podrán ingresar al país bajo el régimen Immex —que permite la importación temporal sin pago de impuestos—, medida que beneficiará de manera directa a más de 350 micro y pequeñas empresas de Ticul, responsables de aportar alrededor del 14 % del PIB del municipio.
“Esto viene a nivelar la cancha; no es una prohibición, es una oportunidad para que la competencia sea más justa”, explicó en entrevista con POR ESTO! Karla Eugenia Zapata Campos, presidenta de la Canaco Ticul y empresaria del ramo.
Detalló que el 92% de los productores zapateros en la localidad son microempresas que emplean de cero a tres personas, mientras que solo el 8% restante son pequeñas empresas con hasta 10 trabajadores.
Empresas y talleres familiares
“Cada taller, aunque sea pequeño, representa el sustento de al menos tres familias: el cortador, el suelero y el terminador. Si se recupera la producción, se recupera la vida económica de nuestra gente”, afirmó.
Noticia Destacada
Quintana Roo reconoce avances en turismo e infraestructura tras el Primer Informe de Claudia Sheinbaum
En los últimos años, la industria local se vio duramente afectada. Datos oficiales señalan que las importaciones bajo este esquema crecieron exponencialmente, al pasar de casi cuatro millones de pares en 2022 a más de 40 millones en 2024, principalmente provenientes de Vietnam y China.
Esta entrada masiva de calzado sin aranceles provocó un desplome de las ventas nacionales de hasta 12.8%, la pérdida de miles de empleos y el cierre de talleres en Ticul, que tradicionalmente abastecen a mercados de Tabasco, Veracruz, Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Impuestos mínimos
Con la nueva medida, el calzado deberá ingresar mediante importación definitiva, lo que implica el pago de aranceles mínimos de 25% para los países sin tratado comercial. Esto, de acuerdo con los productores locales, permitirá que el zapato nacional recupere espacio en el mercado interno y estabilice sus precios.
“Esperamos que a mediano plazo podamos volver a abrir talleres que cerraron y recuperar empleos perdidos. No es inmediato, pero es un respiro”, comentó Zapata Campos.
Noticia Destacada
En un año, Claudia Sheinbaum activó proyectos clave para Yucatán como el Tren Maya de carga, modernización portuaria e inversión en salud
El decreto forma parte de una estrategia federal más amplia para fortalecer la industria del calzado nacional, que en 2024 cayó 12.5 % y perdió casi 11 mil empleos formales.
Según la Secretaría de Economía, esta suspensión temporal no busca cerrar el mercado, sino evitar prácticas de subvaluación que afectaban la competitividad de los pequeños productores.
Para los zapateros ticuleños, la esperanza vuelve a calzarse en piel y suela local. “Ticul sigue siendo un referente del calzado en el Sureste. Con esta medida, creemos que volveremos a caminar con firmeza”, concluyó la líder empresarial.