Yucatán / Sucesos

Formulan cargos a asesino de policía

También se procedió contra su esposa; prisión preventiva a ambos

La Fiscalía General del Estado le formuló imputaciones al ganadero del municipio de Caobas, Quintana Roo, Angel González, y a su esposa Nidia Pérez, por el asesinato del joven abogado y Policía Ministerial Manuel Felipe Nery Blanco Méndez, de 32 años de edad, adscrito a la Unidad de Antisecuestro, lamentables hechos registrados el pasado martes por la mañana, justo frente del complejo de Seguridad del Estado, cuando el agente recibió un balazo en la nuca, de una de las persona a las que se le brindaba protección.

A pesar de que el acusado y su esposa fueron detenidos en flagrante delito, los violentos hechos no han quedado claros, hasta ayer salió a relucir que la pareja huía de Cancún con dos de sus hijas, que incluso dejaron el vehículo en el que se trasladaban en la población de Ticul, ya que sospechaban que los estaban siguiendo en un automóvil de color rojo.

Es de señalar que en la audiencia celebrada ayer en el Centro de Justicia, en ningún momento se le vio al robusto sujeto o a la mujer arrepentidos, ya que incluso aconsejados por sus abogados se reservaron el derecho a declarar, no obstante que en la sala, entre el público estaba la viuda del agente asesinado, acompañada de unos familiares.

La audiencia dio inicio a las 11:45 horas y fue declarada como legal la detención de la pareja a las 13:35 horas, para darse inicio a la formulación de cargos por parte del fiscal adscrito, Licenciado Eddiel Zapata Solís.

En la ejecución al agente de la Fiscalía, según se comentó, no venía con la consigna de asesinar a un elemento de la policía, orquestada por el Crimen Organizado, sino que al ver que el vehículo donde eran escoltadas sus dos hijas menores de edad doblaron en la rotonda del edificio central, entró en pánico y sacó el arma calibre 380 especial, que llevaba su esposa Nidia Pérez en su bolso, junto con otra 9 milímetros, y accionó el arma dando muerte al policía de un balazo en la cabeza, hiriendo a su compañero José Antonio Rodríguez Basto.

Han surgido una serie de versiones sobre la ejecución del agente y hasta ahora hay muchas dudas con respecto a la versión oficial, no obstante las declaraciones del agente herido y de lo declarado ante la autoridad ministerial por parte de la mujer.

Ayer por la mañana, en el Juzgado Segundo de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, a cargo del Juez Luis Edwin Mugarte Guerrero, dentro de la causa penal 239/2018, se le formularon cargos por el delito de homicidio calificado con todas las agravantes de alevosía y traición, homicidio calificado en grado de tentativa contra servidores públicos y daño en propiedad ajena, enfrentando una condena de 40 años de prisión.

A la esposa también se le formularon los mismos cargos por coautoría en los mismos, en tanto que sus hijas menores de edad se encuentran bajo resguardo en el Caimede.

En la carpeta de investigación hay una declaración ministerial de la mujer en la que se indica que en verdad venían huyendo de Cancún, donde habían sido amenazados de muerte y ante el secuestro del padre del individuo, quien llevaba 5 días sin dormir y además tenía 3 días sin tener noticias de su progenitor, por lo que pensaba que ya lo habían ejecutado sus secuestradores.

Se dijo que en ella la mujer afirma ser casada con el imputado, con quien procreó 4 hijos, dos ya son adultos y los otros adolescentes, y son con quienes llegaron a Mérida, procedentes de la población de Caobas, Quintana Roo, que el día 7 de noviembre secuestraron a su suegro, que les exigían la cantidad de 8 millones de pesos por su vida, que ellos también temían ser víctimas de secuestro o de su integridad física, que las negociaciones las hacía su cuñado Rodolfo González Kob, que buscaban refugio en Yucatán, para su protección cargaron con dos armas y una navaja.

De Quintana Roo llegaron a Ticul a bordo de una camioneta Nissan X-Trail, gris, donde la dejaron a las puertas de una posada y tiraron las llaves, en taxi llegaron hasta Mérida y descendieron en Plaza El Patio, donde pidieron ayuda al vigilante de un casino, quien les aconsejó que llamen al 911.

Se solicitó al llegar a Mérida el apoyo de la policía a través del 911 y llegaron al lugar dos elementos motorizados, que al entrevistarlos y conocer su versión solicitaron el apoyo de la Unidad de Antisecuestro, llegando dos patrullas que sin aplicarles el protocolo de revisión, ya que estaban en calidad de víctimas, los subieron a bordo en los diferentes vehículos, unos en la patrulla donde estaban Blanco Méndez y Rodríguez Basto, y en el otro las hijas del matrimonio.

Ella se sienta detrás del conductor y el marido detrás del copiloto, que el coche donde viajaban las hijas iba adelante y que cuando estaban llegando al edificio vieron que se metieron a una calle distinta y que se asustaron, que preguntaron dónde los llevaban y les dijeron los agentes que no había problema, pero el marido le pidió su bolso y sacó una de las armas y le pegó un disparo en la nuca al agente y que luego dijo que iba a matarse, el otro policía, al forcejear por el arma también recibió un balazo debajo del cuello y el proyectil le atravesó el rostro, después chocaron y fueron detenidos.

Se señala en la carpeta de investigación, y tal y como lo confirma el agente que sobrevivió al ataque, primeramente la mamá iba a ir a bordo del vehículo manejado por el Comandante Angel Santos Manzano, con sus hijas, pero su marido insistió en que lo hiciera con él, en el otro automóvil donde estaban el extinto agente y su compañero que resulto herido.

Es el caso que al llegar a las inmediaciones de la Fiscalía el auto donde viajaban las hijas dobló en la glorieta y ellos siguieron de frente, por lo que pensando que se estaban llevando a su familia a otro lado entró en pánico y sacó una de las armas que llevaba su esposa en su bolso y comenzó a disparar, con las consecuencias ya conocidas.

Los investigadores, de acuerdo a las declaraciones de la esposa y de un hermano del ahora imputado, descartan que hayan venido con la consigna de asesinar a un agente de Yucatán por la libertad de su padre secuestrado y tampoco relacionado con la narco-manta que apareció hace unos días en Villahermosa, Tabasco, amenazando de muerte a un agente originario de esa localidad que reside en Progreso.

Suena ilógico, se indicó, que si en la hipótesis de que se le ordenara matar a un agente para la liberación de su padre, el individuo expusiera a toda su familia, a su esposa y a sus hijas menores de edad, ya que en caso de haber sido cierta esa versión de las muchas que se han circulado, lo lógico es que hubiera actuado solo.

Desde ayer por la mañana, a las 08:30 horas, Angel González fue puesto a disposición del Juzgado Segundo de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, donde se le formularon cargos y se le impuso como medida cautelar la prisión preventiva de manera oficiosa.

La pena a imponerse sería la máxima, que va de 20 a 40 años, se descarta que en algún momento dado se llegara a un procedimiento abreviado, ya que la Fiscalía no aceptaría ese beneficio que concede la ley.

En la audiencia de ayer, que terminó alrededor de las 17 horas, ambos imputados se reservaron el derecho a declarar, nombraron a tres particulares para su defensa, entre ellos el Licenciado Ismael Mata Magaña.

Se demandó la vinculación a proceso donde se detallaron múltiples datos de prueba que obran en la carpeta de investigación y los imputados solicitaron que se resuelva sobre su situación jurídica en la duplicidad del término constitucional, programando el Juez la continuación de la audiencia para el próximo martes a partir de las 12 horas.

En tanto, se les aplicó a ambos la medida cautelar de prisión preventiva de manera oficiosa por la gravedad de los delitos imputados por la representación social, las víctimas directa e indirectas y la Secretaría de Seguridad Pública.

Se insistió en que el arma utilizada en el asesinato la traía la mujer en el bolso junto con otra con cartuchos abastecidos y una navaja, el agente sí tenía su arma de cargo, pero en una cangurera, todas ellas fueron objeto de múltiples pruebas de balística y criminalística.

Cabe señalar que desde temprana hora se mantuvo una vigilancia un tanto discreta de elementos de la Fiscalía General del Estado y de la Secretaría de Seguridad Pública, tanto uniformados como de civil en las inmediaciones del Centro de Justicia, donde se llevó al cabo la audiencia de formulación de imputación en torno a los hechos en los que se dio muerte a uno de sus compañeros y resultó herido otro de ellos.

(POR ESTO! / Policía)