Padres de familia del Colegio Regional de México, ubicado en la calle 81 por 42-A y 48 de Tixcacal-Opichén, denuncian presunto abuso sexual a alumnos de kínder y primaria del citado centro educativo.
Alrededor de las siete de la mañana de ayer, una madre de familia y la mamá de ésta interrumpieron la entrada de los menores a la escuela para exigir la salida del director de plantel, identificado sólo como Marcos, a quien acusan de abuso sexual de al menos 10 niños, 9 de kínder y 1 de primero de primaria; las mujeres manifestaron que el sujeto acudía de manera regular al baño de los pequeños, para verlos orinar y tocarles sus partes íntimas.
La madre de uno de los menores, Julieta, hecha un mar de lágrimas pedía el apoyo de los demás padres de familia para que abran los ojos sobre la situación que estaba pasando su hijo y otros nueve niños más, de lo que según ella el director ha abusado sexualmente.
Por su parte, la abuela, acompañada de los enardecidos padres de familia, llegaron hasta la oficina donde encaró al director y le dijo: “Mi nieto tenía pavor, no comía, este desgraciado le dijo a mi nieto que su mamá lo iba a matar o hacer algo, lo que no sabía el perro es que yo cuido a mi nieto en las tardes, yo comencé a ver al niño raro, hable con él y me comenzó a decir todo lo que hace, no sólo a mi niño sino a otros de kínder y uno de primero de primaria, tengo nombres de los niños”, aunque cabe señalar que la señora nunca mostró esa lista.
Sin embargo, el director en su defensa manifestó que todo lo que acusaban era mentira y que no había ninguna prueba en su contra.
Los ánimos se calentaron cuando la abuela y la madre del menor afectado intentaron abrir la puerta para tener encarar al director, entonces llegaron más de 15 elementos (hombres y mujeres) de la Policía Estatal, quienes impidieron que entraran a las oficinas e intentaban calmar a los padres, que no dejaban de gritar: “Vamos a madrearlo. ¡Fuera! Salga maldito, esto no se va a quedar así”.
Un oficial del Sector Poniente de la policía tranquilizó a las mujeres afectadas y les sugirió que ellos se llevarían al director, no como detenido, sino como resguardado, porque si lo dejan podría ser agredido por los padres de familia y le dijo que si querían que no regresara a la escuela tendrían que irse a la Fiscalía a levantar su denuncia y a la Secretaría de Educación del Estado para poner su queja, pues ellos, refiriéndose a los elementos, sólo lo pueden detener si es en flagrancia y no era el caso.
Las mujeres aceptaron y solicitaron que se lleven al director, sin embargo, les informaron que los iban a seguir hasta la base de la policía para cerciorarse que no lo dejaran libre al dar la vuelta y de ahí se irían a la Fiscalía a poner su denuncia.
Se solicitó una entrevista con algún profesor de la institución sobre el caso, pero no hubo respuesta y se negó la misma.
Los pocos padres de familia que se quedaron en la escuela mencionaron que había una lista de los niños abusados por el director, pero nadie sabía quién la tenía ni donde estaba.
Por su parte, la Fiscalía General del Estado, por medio del departamento de comunicación, no tenían conocimiento de denuncias sobre este caso.
(Melly Manzanero)