un año del trágico accidente en el que el oficial al volante de la patrulla PM 023 de la Policía Municipal segó la vida de tres integrantes de una familia, dos de ellos menores de edad, al no respetar la luz roja del semáforo de la colonia Cuauhtémoc, el caso ha sido olvidado por completo.
Como se recordará, el hecho se registró justo a las 21:20 horas del domingo 28 de octubre del 2018. Según datos preliminares, el conductor de la patrulla número 23 de la Policía Municipal circulaba con exceso de velocidad sobre la calle 40, pues -dijo-, se dirigía a un reporte policiaco.
Al llegar a la altura de los semáforos con la calle 25, no respetó la luz roja, y esto provocó que impactara a un Chevrolet Spark color rojo, que circulaba con preferencia en ese momento.
Por el fuerte impacto, el oficial al volante de la patrulla perdió el control y desgraciadamente arrolló a una familia de tres, dos de ellos eran menores de edad, a quienes prensó contra la pared de una conocida paquetería.
Tras el impacto, lamentablemente los tres integrantes de la familia perdieron la vida de manera instantánea al sufrir múltiples fracturas y contusiones graves.
Luego de este mortal accidente, cientos de ciudadanos se amotinaron en el sitio y mostraron todo enojo al agredir a los policías municipales que resguardaban la escena.
Como si eso fuera poco, los ciudadanos “lincharon” a un elemento de la policía municipal, pues le pegaron con piedras, palos y tubos en toda su humanidad, y por los golpes terminó gravemente lesionado
Mientras algunos “linchaban” a otros agentes policíacos, el resto de los manifestantes intentaban voltear una patrulla de la policía; sin embargo, al no lograrlo rompieron los vidrios y le causaron destrozos.
Ante la trifulca, efectivos de la Policía Estatal Preventiva se vieron forzados a apoyar a sus compañeros, y los “famosos” antimotines lanzaron gases lacrimógenos y golpearon al menos a una docena de personas.
El caso fue muy sonado hasta que el Espurio presidente municipal, Oscar Rosas González, para tratar de esconder los hechos ofreció una plaza en el Ayuntamiento al padre de los menores muertos.
El progenitor recibió 3 millones y medio de pesos, como indemnización, y desde entonces no se volvió a saber más del caso, a pesar de que el padre de la mujer que había muerto exigía se hiciera justicia, pues el elemento municipal fue liberado a las 72 horas del accidente.
“Carpetazo”
Hasta el momento, las autoridades “competentes” nunca dieron a conocer lo que realmente ocurrió con el oficial de la Policía Municipal que había causado el accidente, ni mucho menos ha intentado esclarecer el verdadero motivo de los hechos, y todo ha queda en un eterno suspenso para la opinión pública.
(Texto y fotos: Ricardo Jiménez)