Yucatán / Sucesos

Pierde la vida al caer de un techo

El ahora occiso se encontraba huyendo / Momentos antes de la tragedia había golpeado a su pareja sentimental / Deja dos hijos en la orfandad, un niño de 3 años y una niña de 4 meses

Carlos Andrés Canul Dzul, de 27 años de edad, perdió la vida al caer de un techo al estar huyendo ya que lo perseguían por haber golpeado a su cónyuge.

Según información recabada en el lugar del hecho, con familiares de la viuda, Canul Dzul, acostumbraba a golpear a su pareja sentimental, una joven de 20 años de edad, con quien procreó dos hijos, un varón de 3 años y una niña de 4 meses de nacida.

Canul Dzul acudió la noche del pasado miércoles a una fiesta, acompañado de su esposa, pero debido a que consumió demasiadas bebidas espirituosas, cuando regresaron a su “nido de amor” empezó a discutir con ella.

Después pasó a la agresión física y como los familiares de la mujer intervinieron y querían golpearlo, este valientemente se dio a la fuga, salió a la calle donde se dedicó a brincar las bardas de los predios huyendo de sus perseguidores hasta que, al parecer, subió a un techo y no se dio cuenta que había una lona, la cual pisó y cayó al piso, se golpeó la cabeza y falleció en el lugar.

Ayer jueves, en horas de la madrugada, el sujeto se encontraba en estado de ebriedad y golpeó a su cónyuge, la agresión fue a tal grado que la joven llamó a la Policía pidiendo auxilio, cuando el tipo se percató que llegó una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública, se dio a la fuga.

Eran alrededor de las 2:00 de la madrugada cuando el señor José Martín Franco, con domicilio en el predio número 153 de la calle 45 con 38, de la colonia Xoclán sección López Portillo, despertó porque su mascota ladraba insistentemente y vio cuando un sujeto sin camisa escalaba el muro de su domicilio para subirse al techo, comentó que el sujeto en dos ocasiones resbaló y se cayó, pero finalmente logró subir al techo, agregó que también escuchó que caminaba sobre el techo, pero poco después escuchó un golpe seco y volvió el silencio.

Pensando que se trataba de varios ladrones llamó a la Policía y por seguridad permaneció dentro del domicilio. Poco después llegó una patrulla de la SSP, les describió el intruso a los policías y le informaron que lo estaban buscando porque le había pegado a su esposa, uno de los uniformados subió al techo en busca del intruso pero no halló a nadie, los policías se retiraron y la situación volvió a la normalidad.

Sin embargo, poco antes de las 7 de la mañana, cuando se disponía a llevar a su hija a la escuela, se subió al techo para cerciorarse si le habían robado algo y, al acechar al predio aledaño, descubrió el cuerpo de un sujeto, sin camisa, tirado boca arriba y con una mancha de sangre alrededor de la cabeza y nuevamente marcó el 911 e informó del hallazgo.

Al lugar acudió la patrulla 6407, de la SSP, al mando del oficial Eric Canul May, quien entrevistó al señor Franco, quien le permitió subir al techo del inmueble para confirmar la presencia del cadáver.

El cuerpo se encontraba en el predio número 153-A, una sala de fiestas, que en la cornisa dice “La casa de los abuelos”, y tiene un letrero pintado en la pared que dice Fam. Chan Ramayo y dos números de teléfono. El oficial Canul May localizó a la viuda, quien reconoció e identificó el cadáver, acordonó el predio con una cinta amarilla, dio aviso a las autoridades competentes y localizó a la propietaria del inmueble.

Posteriormente, arribaron los agentes de la comandancia de Homicidios de la Policía Estatal de Investigación, los agentes entrevistaron a la persona que encontró el cuerpo y a la viuda.

Cabe destacar que la joven sufría amargamente, no dejaba de llorar e incluso decía que se quería ir con su marido, a quien amaba y soportaba que la golpeara, los familiares que la acompañaban le indicaban que tenía que ser fuerte y que tiene que salir adelante con sus hijos.

Finalmente, los peritos de Criminalística y Servicios Periciales revisaron la escena, fotografiaron la posición en que quedó el cuerpo y el personal del Servicio Médico Forense se encargó del levantamiento del cadáver para los trámites de rigor.

(Fernando Poó H. / Luis Tamayo M.)