PROGRESO, Yucatán, 14 de julio.- El jugador Miguel Alvarez Ravell, de 59 años de edad, falleció durante el traslado hacia un hospital de Mérida, a pesar del gran esfuerzo en conjunto de jugadores-doctores, árbitro y demás, para reanimarlo y tratar de salvarle la vida, luego de que se desvaneció en el auditorio “Morelos” esta mañana.
Se destaca la labor de los doctores Humberto Gutiérrez Flota y Mauro Sánchez Mena, así como del árbitro Rafael Antonio Durán Arias, por sus esfuerzos por salvarle la vida, que lamentablemente al final fueron en vano.
Después de jugar medio tiempo de un partido de básquetbol, Alvarez Ravell se desmayó. En ese momento había dos jugadores doctores y el árbitro, que es enfermero naval, quienes prácticamente hicieron hasta la imposible y lo revivieron.
Era el primer partido de la categoría Mayores de 60 años, entre los equipos de Halcones y Langosteros, y estaba empatado a 27 puntos. Iba a empezar el tercer cuarto, pero Alvarez Ravell, con el número 21, se retiró, pues dijo que se sentía mal y fue a la tiendita que está dentro del auditorio a pedir algo de tomar.
Estaba parado, pero de momento quedó totalmente quieto y se desplomó de espaldas, por suerte sin golpearse la cabeza. Eran alrededor de las 9:00 horas.
Todos los jugadores, tanto de su equipo Langosteros como de los adversarios, corrieron al verlo tirado. Entre ellos estaban los doctores Humberto Gutiérrez Flota, cardiólogo, y Mauro Sánchez Mena, especialista en terapia intensiva, del equipo Halcones. Además estaba como árbitro en ese momento el enfermero naval Rafael Durán Arias, que enseguida aplicó la técnica de resucitación cardio-pulmonar (RCP). Gracias a su rápida y oportuna intervención, en ese momento le salvaron la vida.
Estaban además dos enfermeras, una entre el público y la otra jugadora, que fueron testigos e intervinieron para apoyar.
Minutos después arribó la ambulancia de la SSY, cuyos encargados bajaron, pero no tenían nada para ayudar en este tipo de casos.
Se tuvo que llamar a la Cruz Roja, por lo que llegó la ambulancia 051, a cargo del paramédico Luis Casanovas, que enseguida sacó todo lo requerido, principalmente el tanque de oxígeno tan necesario en casos como éste, para luego trasladarlo al Centro de Salud y de ahí al IMSS de este puerto.
Posteriormente fue canalizado a un hospital de Mérida, pero lamentablmente falleció en el trayecto.
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(Alfredo Canto May)