OXKUTZCAB, Yucatán, 29 de agosto.- En medio de gritos y consignas de “¡Asesinos, asesinos!”, ciudadanos de la Huerta del Estado tomaron las instalaciones del Palacio Municipal y le prendieron fuego, a manera de protesta por la muerte en el interior de una celda de Genaro Vázquez Ruelas, de 21 años de edad.
Como se dio a conocer, el joven fue puesto en prisión tras escandalizar en un predio particular cuando se encontraba bajo los efectos de sustancias prohibidas, sin embargo, al día siguiente fue encontrado muerto en la celda, donde las autoridades indicaron que se había ahorcado.
Lo anterior desencadenó toda una polémica, enojo e inconformidad entre los familiares, amigos y conocidos del difunto, así como ciudadanos que, al no dar crédito a la versión de las autoridades, se armaron la noche del miércoles para tomar las instalaciones del Palacio Municipal.
Al llegar a la sede de la alcaldía prendieron fuego a lo que se encontraba en los bajos del Palacio Municipal, mientras gritaban consignas en las que hacían responsables a los policías de la muerte de Genaro Vázquez.
Posteriormente, los enardecidos pobladores rompieron puertas y cristales de las oficinas ubicadas en el área para saquearlas y prenderle fuego. Asimismo, otros tantos aprovecharon llevarse objetos que se encontraban en el interior de los departamentos.
También se quemaron tres patrullas de la Policía Municipal y al cabo de varios minutos arribaron varias unidades de la Policía Estatal, cuyos elementos lanzaron gases lacrimógenos para esparcir a la gente.
Esta noche, decenas de personas se unieron al acto con el que la sociedad manifestó su inconformidad y exige el esclarecimiento del caso para dar con el culpable de la muerte del joven.
En el lugar, familiares solicitaron la entrega de los policías en turno que detuvieron a Genaro, mientras ciudadanos externaron a viva voz la ola de irregularidades y violación a los derechos cometidos por el Cuerpo de Seguridad Municipal.
Por varias horas un ambiente de gran tensión se vivió en el centro de la población, donde la densa nube de humo cubrió el área y alcanzó gran altura. Ciudadanos no daban crédito a la magnitud del problema, pues los incendios se observaban por todos lados, en tanto que otros se unieron a la causa de la familia.
Como se recordará, el año pasado un hecho similar sucedió en la comunidad de Teabo, donde la muerte de un ciudadano en el interior de la celda desencadenó el incendio del Palacio Municipal. En el caso de Oxkutzcab, el acontecimiento tomó magnitudes mayores.
Fue necesaria la presencia de la Secretaría de Seguridad Pública para tratar de calmar los ánimos, los agentes dispersaron a la gente con gases lacrimógenos, pero hasta el cierre de la edición el conflicto continuaba.
(Carlos Ek / Jaime Tun / Roberto Hernández)