La madrugada de ayer perdió la vida Celiano Montejo Zapata, conocido en el municipio de Kinchil como “Cuco”, luego que la tarde del viernes resultara lesionado de gravedad en una explosión en su taller de pirotecnia
El hecho ocurrió en un predio ubicado en la calle 28 entre 23 y 25 de la colonia La Glorieta, ubicada en el Poniente de la comunidad, donde laboraba el ahora fallecido, con más de 10 años de experiencia como artesano en la elaboración de los fuegos de artificio.
Según testimonio de vecinos, escucharon al menos tres fuertes estallidos que causaron alarma y temor en varias cuadras a la redonda. Montejo Zapata, de 40 años de edad, fue encontrado gravemente herido junto con su esposa, Heidy, quien también resultó con quemaduras al intentar auxiliarlo en medio de la emergencia.
Familiares actuaron de inmediato para prestar los primeros auxilios, a la vez que solicitaban la presencia de las asistencias médicas a través de los números de emergencia.
En respuesta llegaron al lugar elementos de la Policía Municipal, la pipa 777 del Cuerpo de Bomberos y tres ambulancias de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Los técnicos en urgencias médicas proporcionaron los primeros auxilios a la pareja y determinaron que “Cuco” presentaba quemaduras de tercer grado en el 80 por ciento del cuerpo.
Ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital General Agustín O’Horán de Mérida, donde, a pesar de los esfuerzos médicos, se confirmó el fallecimiento de Montejo Zapata en horas de la madrugada, a consecuencia de la gravedad de sus heridas.
Las primeras versiones señalan una posible falla eléctrica como origen del estallido, aunque serán las autoridades correspondientes quienes determinen la causa exacta tras las investigaciones periciales.
El artesano era ampliamente conocido en Kinchil, no sólo por su trabajo con la pirotecnia, sino también por su oficio en técnicas de bronceado. Su muerte representa una pérdida irreparable para la comunidad, que lo recordará por su dedicación, talento y calidez humana.
Hace algunos años, el padre de “Cuco” falleció cuando fue alcanzado por las llamas de la basura que quemaba en el patio de su domicilio ubicado en la calle 25 entre 22 y 24 de ese municipio. El ahora difunto no era originario del poblado, era trabajador de una refresquera y en uno de tantos repartos conoció en la tienda de los papás de la que fue su esposa durante varios años, antes de la tragedia en la que perdió la vida.