
La madrugada de ayer, dos conocidos narcomenudistas y furtivos de la zona costera lograron escapar tras recibir el llamado “pitazo” por un operativo de las fuerzas federales, lo que impidió su detención en Dzilam de Bravo.
A las 5:00 horas, los conocidos narcomenudistas, alias “El Calakas” y “La Jaiba” fueron prevenidos de la diligencia que se llevaría a cabo en la zona, así que lograron escapara por el área de la ciénaga antes del arribo de las autoridades federales.
Efectivos del Ejército Mexicano, en coordinación con elementos de la Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad Pública y representantes de la Fiscalía General de la República, acudieron al puerto para cumplir una orden de cateo en un predio en la calle 18 entre 15 y 17, ubicado a espaldas del campo de beisbol.
Dos mandatos judiciales
Los oficiales contaban órdenes para catear dos lugares simultáneamente relacionados con el delito de narcotráfico. El primero fue identificado como casa del hijo de exalcalde, conocido como “El Calakas Jr.” El segundo fue señalado como el domicilio de “La Jaiba”; ambos sujetos, presuntamente, están relacionados con el delito de narcomenudeo y caza furtiva de especies de mar en veda.
Ambos individuos lograron huir y darse tiempo para sacar mercancía que tenían en su poder, como pepino de mar, caracol, así como armas de fuego que tenían resguardadas en una bodega.
El lugar fue asegurado y, se dice que había buena cantidad de marihuana, cocaína, cristal y otras sustancias ilegales; sin embargo, serán las autoridades federales las que confirmen el producto decomisado.
Prácticas ilegales
En este tenor, desde la tarde del jueves y madrugada del viernes, centenares de buzos provenientes de Campeche arribaron a Dzilam de Bravo para participar en la captura de pulpo, cuya veda concluyó.
Habitantes de ese puerto comentaron que la falta de autoridad municipal y vigilancia de otras instancias han dado pie a que gente de otras entidades lleguen a la comunidad para la captura del molusco con técnicas prohibidas como el buceo.
Resaltan que lo alarmante es que esos buzos utilizan métodos como el empleo de cloro para sacar de sus cuevas para sacar de sus cuevas al octópodo. Eso ocasiona que esas áreas no sean utilizadas de nuevo por más de tres años por alguna especie.
Quienes se dedican a la pesca artesanal, o sea, capturar al pulpo mediante el uso de cordeles y jimbas instaladas en los extermos de las lancha, afirman que la llegada de los buzos de otros lugares los pone en desventaja, más en los primeros días de captura, cuando el mar está en “bonanza”.
Por esta razón dijeron que sería factible que las autoridades respectivas pongan en marcha operativos en altamar para evitar que buzos capturen el pulpo con ganchos o técnicas prohibidas. Sugirieron que se verifique a concesionarios, quienes hace días abrieron bodegas para la compra del molusco, ya que aseguran que aprovecharán la temporada para exportar esa especie que compran de manera clandestina.
Aseguraron que hay embarcaciones que llegaron, además de los equipos de buceo, motores de doble potencia para escapar de alguna autoridad marítima. Admitieron que el mar es de todos y cualquier pescador es bien recibido en Dzilam, siempre y cuándo la pesca del pulpo sea de manera legal con el uso de cordel y jimbas. Externaron que saben que en Campeche es mas escaso el pulpo, pero el furtivo siempre está presente donde creen que la vigilancia no es tan estricta.