El sexenio del ex Presidente Enrique Peña Nieto culminó manchado de múltiples escándalos de corrupción que implicaron incluso a las universidades del país, especialmente tras la investigación periodística de la “Estafa Maestra”, de la cual el rector de la Universidad Autónoma de Carmen (Unacar), José Antonio Ruz Hernández, se ha deslindado desde el 2017 culpando a su antecesor de los hallazgos hechos por el portal Animal Político y la asociación civil Mexicanos Contra la Corrupción.
No obstante, documentos revelados finalmente por la Auditoría Superior del Estado (Asecam) luego de diversas solicitudes de información, exponen prácticas financieras irregulares que continuaron tras el cese e inhabilitación del ex rector Sergio Augusto López Peña en agosto del 2013, fecha en la que Ruz Hernández asumió el cargo y desde entonces, año tras año ha ido acumulando observaciones por parte de las autoridades fiscalizadoras.
2013, continuidad
al desfalco
Como se recordará, la salida de López Peña ocurrió en medio de señalamientos por desvíos millonarios en el sonado caso “Aguascalientes”, que enfrentó a la máxima casa de estudios carmelita con el Instituto de Educación de aquella Entidad, lo que ha sido la justificación de Ruz Hernández para afirmar que no está implicado en la trama de la “Estafa Maestra”, sino que se trata de ‘conflictos legales heredados’; sin embargo, el portal informativo apunta que apenas 13 días después de su llegada al cargo, el nuevo rector continuó echando mano del mismo esquema defraudador que propició la caída de su antecesor.
De acuerdo con la Asecam, en su resolución a las solicitudes 0100702218 y 0100702318, durante el 2013 la Unacar tuvo omisiones en el cumplimiento de disposiciones legales en el otorgamiento de la posesión temporal, uso y goce de inmuebles propiedad de la institución, se trató del Estadio Resurgimiento, que fue concesionado al Grupo Hegemonía Servicios Administrativos Integrales S.A. de C.V. sin ser sometido al Consejo Universitario, y siendo avalado por un servidor que carecía de dichas facultades. En ese mismo tenor, la universidad no efectuó –o más bien no registró en sus ingresos-, cobros por convenios como el del uso de espacios deportivos, por un monto de 870 mil pesos.
Así mismo, durante los primeros meses de rectorado de Ruz Hernández se detectaron remuneraciones que superan los montos autorizados en el tabulador de puestos y sueldos de la Ley de Egresos del 2013; entre los beneficiados está él mismo y varios altos funcionarios universitarios, la información que obtuvo POR ESTO! señala que desde septiembre el rector tuvo un salario de 79 mil 182 pesos, con un sobresueldo de cerca de 10 mil pesos conforme al tabulador, práctica que continúa.
También existen irregularidades en la asignación y ejecución de obras, opacidad que José Antonio Ruz adjudica a su predecesor, pero que sigue presente en su administración.
2014, indisciplina fiscal
Durante el 2014 la indisciplina fiscal se volvió una práctica institucionalizada, ya que ese año la Unacar de Ruz incumplió la Ley General de Contabilidad Gubernamental y la Normativa del Consejo Nacional de Armonización Contable, al NO presentar registros de avances presupuestarios, estados financieros de ingresos y egresos, así como información trimestral, entre otras faltas. También se realizaron registros contables erróneos, adjudicándolos a la cuenta “Rectificaciones de ejercicios anteriores”.
Se detectó la ausencia de documentación justificadora del gasto por un millón 769 mil 707 pesos; que incluyen erogaciones con cargo al patrimonio de la institución por 19 mil pesos; más de 288 mil pesos en pagos sin documentación comprobatoria, entre estos pago de alimentos, hospedajes y pasajes; 123 mil 186 pesos en viajes que carecen de oficio de comisión y motivo, pagados al mismo proveedor Viajes Bahía del Rey S.A. de C.V.; así mismo erogaciones por 585 mil pesos sin ninguna documentación.
En el mismo sentido se realizaron pagos por 626 mil 101 pesos sin evidencia de los servicios prestados y de las adquisiciones realizadas. Pagos por 494 mil 504 pesos sin que se justifique el motivo del gasto; y se erogaron 113 mil 209 pesos por concepto de compra de boletos de avión a personas que no se acredita como pertenecientes a la Unacar.
2015 a la fecha,
persisten anomalías
Durante el 2015 persistió el incumplimiento a la Ley de Contabilidad Gubernamental, pero también se devengaron gastos superiores, por mil 494 millones 816 mil pesos, a los ingresos reportados por la institución, de apenas mil 390 millones 147 mil pesos, una diferencia presupuestal de 104 millones 669 mil pesos.
Asimismo, continuó el pago de remuneraciones superiores a los montos autorizados en el tabulador de puestos y sueldos mensuales de la Universidad.
Durante 2016 la Asecam también detectó la adjudicación directa de servicios y compra de materiales a 10 proveedores que debieron ser adjudicados mediante licitación pública.
Estas y más anomalías financieras evidencian el derroche cometido durante el sexenio peñista, corrupción que destila el rector José Antonio Ruz Hernández, documentadas en la resolución de la Asecam, de cuyos pormenores POR ESTO! seguirá dando cuenta.
(Texto y fotos: Redacción / POR ESTO!)