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Campeche

Color y algarabía inundan el malecón

Para concluir el Mes de la Campechanidad se reunieron alrededor de 2 mil estudiantes, docentes y personal administrativo para el tradicional desfile por el Malecón de la ciudad.

Además de reunir a casi 2 mil estudiantes de diferentes niveles educativos, el desfile atrajo la mirada de varios paseantes que se detuvieron a ver el andar de los pequeños y jóvenes que decidieron responder al llamado de la Secretaría de Educación de Campeche (Seduc), desde las tempranas horas de este domingo.

Aunque la fecha cambió por cuestiones climatológicas, los menores de edad demostraron su interés por dejar en claro que son campechanos de nacimiento o por lugar de estancia, dado que portaron el traje tradicional de la entidad y algunos estuvieron ataviados de otras vestimentas que conmemoraron algún momento de la historia, la flora y la fauna de la región, que los han visto, ven y verán crecer como seres humanos.

La marcha inició con los encargados de la dependencia estatal, que portaron sus trajes típicos y saludaron a los espectadores que esperaban con ansias la llegada de los pequeños, que a cada paso demostraban su inocencia y su amor por el sitio que los vio nacer o crecer.

Siguieron los encargados y estudiantes de la educación indígena, los cuales demostraron que a pesar de estar lejos de la capital, que es la que conforma mucho del folclor del Estado, siguen siendo personas con un gran ánimo de demostrar que son campechanos a flor de piel.

Posterior a ellos, los pequeños de educación inicial y preescolar, que además de incitar la alegría de quienes veían el paseo, fueron animados por botargas de diferentes personajes de televisión, para que no se aburrieran en el camino al parque de Moch Couoh.

Siguieron los estudiantes del nivel primaria, los cuales vestían como campechanos luciendo trajes al andar, algunos se movieron a los pasos básicos del folclor campechanos, otros prefirieron sólo caminar y unos pocos saludaron a quienes aprovecharon el momento para ver a los menores y si reconocían a alguien, gritarles y dejarles claro que fueron al desfile.

Los caminantes pudieron dejar claro que a pesar de las cosas que pasan al día a día, son campechanos a todo lo que el fervor les da y los paseantes de igual forma, porque aplaudieron, elogiaron y motivaron a los pequeños y jóvenes que obligados o por intención propia llegaron al asta bandera para desfilar por la campechanía.

(David Burelo)

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