Campeche

Palma africana sí contaminó el Río Candelaria

El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCVSS) informó que el Programa Regional de Desarrollo Sur-sureste de la desaparecida Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y alimentación (Sagarpa), motivó a que se continuara la contaminación en el Río Candelaria.

En la publicación de internet titulada “El cultivo de palma de aceite: una apuesta tóxica”, la agrupación afirmó que la contaminación en el Río Candelaria, Campeche, se debe a la alta producción de la palma africana.

“El Programa Regional de Desarrollo Sur-Sureste de la entonces Sagarpa impulsó el desarrollo de plantaciones de palma africana en 2016 en Campeche, con el objetivo de alcanzar una superficie de 100 mil hectáreas del cultivo en 6 años. Hoy Campeche cuenta con una superficie sembrada de 29 mil hectáreas”, expresó.

“Estos cultivos que requieren grandes cantidades de agua, fertilizantes y pesticidas para ser altamente productivos generan severas afectaciones ambientales y a la salud humana, contaminan los cuerpos de agua y erosionan los suelos”, detalló.

El representante de dicha dependencia, Gerardo Suárez apuntó que el reemplazo de la milpa y otros cultivos tradicionales destinados a garantizar la alimentación familiar en las comunidades del sureste por la palma de aceite representa un obstáculo para la seguridad alimentaria y la pérdida de prácticas e identidades culturales de las comunidades que habitan las regiones en las que se está expandiendo la siembra de la palma de aceite.

Manifestó que la imposición de esta forma de producir “que rompe procesos de autosuficiencia alimentaria, que no es rentable sin el apoyo de los subsidios del gobierno, que pasa por procesos de concentración económica de grandes grupos empresariales, rompe el tejido comunitario y forma parte de una estrategia contra las comunidades indígenas y campesinas, favoreciendo tanto a las elites locales, como a las diversas empresas transnacionales, usando principalmente a los campesinos, aprovechando de sus tierras y su mano de obra barata, cambiando sus formas de vida, dejando de cosechar los principales alimentos básicos, como el maíz y el frijol”.

Precisó que otra de las consecuencias de apostar por monocultivos como el de la palma de aceite es la pérdida de biodiversidad, la desaparición del hábitat de especies y la contaminación de las aguas y del aire por los grandes incendios.

“La creciente demanda mundial del aceite de palma que tiene un sinfín de aplicaciones en la industria de los alimentos procesados, los cosméticos y la industria química, son un enorme aliciente para los inversionistas, y en México, que importa el 80 por ciento de su consumo de aceite, la perspectiva para el crecimiento de la superficie de producción es muy tentadora. Según datos de la Secretaría de Agricultura del gobierno federal, México tiene más de dos millones de hectáreas apropiadas para el establecimiento de plantaciones de palma africana y las nuevas plantaciones podrían instaurarse en terrenos degradados que son usados como potreros o en procesos de reconversión productiva”, mencionó.

La agrupación declaró que en Campeche, en 2016, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente impuso una multa por más de 3 millones de pesos a una empresa que tiró más de 600 hectáreas de selva para instaurar su plantación de palma de aceite en el municipio de Palizada. Esta sanción se impuso luego de una denuncia presentada desde 2014.

Puntualizó que los procesos de despojo de sus territorios y violación de los derechos de las comunidades locales que habitan en las regiones rurales también están ocurriendo en los países latinoamericanos y México no es la excepción, pues ya se han presentado casos de deforestación para la instauración de plantaciones de palma africana en Chiapas y en Campeche.

Cabe mencionar que este proyecto fue incentivado durante los dos primeros años de administración del desgobernador, Alejandro Moreno Cárdenas, quien prefirió causar daños a los campesinos del estado, en lugar de propiciar la siembra de especies que se dan en la región.

En diferentes ocasiones los hombres del campo recalcaron que, luego del constante bombardeo para que cambiaran su siembra a la palma africana, los dejaron en el abandono, sin recursos para el cultivo de esta especie y sin la capacitación suficiente para que continuara.

(David Burelo)