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Campeche

Corrupción marcó el fin del esplendor para la UNACAR

La Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR) a cargo del corrupto rector José Antonio Ruz Hernández se mantiene en condiciones deplorables a causa de su mala administración.

Imágenes captadas durante este año demuestran el deterioro que guardan las instalaciones universitarias, principalmente sus instalaciones deportivas como los estadios de fútbol y béisbol.

En ambos campos deportivos, cuyo esplendor fue marcado por la caída de la industria petrolera y el fin del dinero a manos llenas entre la Universidad y Petróleos Mexicanos (PEMEX), se perdió el interés por mantener la estructura en buen estado.

Para la UNACAR de Ruz Hernández el deporte nunca ha sido un área para apoyar, por eso el hecho que se estén pudriendo los espacios deportivos de la institución no es algo relevante para su administración.

Edificios sin acabar en la institución siguen siendo promesas que incluso están vigentes desde hace más de 10 años, como el edificio de la Facultad de Química que a la salida del anterior rector, Sergio Augusto López Peña, el edificio estaba a un 90 por ciento de avanzado, pero nunca se concretó su conclusión.

Multimillonarios contratos con PEP

La UNACAR actualmente enfrenta un proceso legal silencioso emprendido por el Gobierno Federal donde las cabezas señaladas estuvieron involucradas en la Estafa Maestra; una investigación que reveló la forma en que otras universidades también triangularon contratos.

A Ruz Hernández le tocó administrar la mejor bonanza petrolera cuando desde agosto de 2013, la institución recibió más de 2 mil millones de pesos en supuestos contratos con PEMEX Exploración y Producción (PEP), la misma filiar administrada por el ahora convicto Miguel Angel Lozada Aguilar.

Despilfarro

Luego de un año de presión por parte de la comunidad universitaria, apenas a finales de noviembre la UNACAR le remuneró el pasivo del 3.5 por ciento de aumento al salario que les debía sus trabajadores desde hace un año; sin embargo, la institución le sigue pagando contratos anuales de 6 a 7 millones de pesos a empresas como Grupo Gema Vigilancia y Protección Especializada S. A. de C. V.

Esta es la misma empresa que actualmente renovó su segundo contrato con Ruz Hernández, cuyo hermano ha sido visto pagando las nóminas de los costosos vigilantes que nada hicieron cuando atracaron un cajero automático en julio de este año en el Campus III.

(Texto y fotos: Redacción /

POR ESTO!)

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