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Campeche

Desalmado nieto la despojó de su hogar

Ancianita pide intercesión de las autoridades

HECELCHAKAN, Cam., 12 de febrero.– Adda Carcaño Cirerol regresó a su casa marcada con el número 16, de la calle 22, entre 23 y 21 del barrio San Francisco.

Estuvo dos semanas en la ciudad capital para recibir atención médica por un serio cuadro de neumonía que requirió urgente tratamiento especializado.

Sin embargo, fue grande su sorpresa que al regresar a su domicilio no pudo entrar, debido que la casa tenía instalada rejas y dos grandes candados puestos por su desalmado nieto Rommell Alan Barrera Pérez, quien se negó a que la ancianita ingresara a su hogar y recuperara sus pertenencias.

De igual manera, externó que es un nieto ingrato y malagradecido, ya que años atrás logró con engaños despojarla de su propiedad, ya que con diversas artimañas hizo que le traspasara las escrituras de la propiedad a él, con la finalidad de realizar un préstamo que le permita realizar mejoras al predio, y que ella siempre conservaría el usufructo vitalicio.

Pero fue una gran mentira ya que ahora que se ha enterado de que perdió su usufructo la sacó de su hogar, dejándola en estos momentos en estado de indefensión y completamente en la calle, ya que la señora no se puede valer por ella sola debido a su enfermedad, además de que no cuenta con sus objetos personales.

Asimismo, la ancianita destacó que es una desilusión por parte de su nieto Rommell Barrera Pérez, quien con artimañas la despojó de su hogar después de haber ostentado la propiedad y la posesión desde hace poco más de 42 años en esta ciudad, así como de venderle una camioneta que por error la puso a nombre del nieto, la cual es un hecho conocido por parte de todos los vecinos de la comunidad, a pesar de ser ella quien cuidó a su nieto, lo alimentó en su juventud y hasta pagó sus estudios como licenciado en derecho.

Confesó la impotencia tanto de ella como del resto de su familia, ya que el malagradecido nieto es un alto funcionario de una escuela de prestigio, por lo que deja mucho que pensar en cuanto a su ética profesional en el ejercicio de sus funciones, ya que ha sido capaz de sacar a su abuela de la casa que habitaba desde hace 42 años, negándole la entrada a buscar sus pertenencias y vestimentas, de una manera déspota y desalmada, por lo que la anciana mujer sólo trae consigo las vestimentas con las que salió de su predio cuando acudió a su tratamiento médico.

Carcaño Cirerol refirió que tras lo ocurrido se ha visto a la penosa situación de pedir posada con sus demás familiares, por lo que con voz quebrada y lágrimas en los ojos pide ayuda a la comunidad y solicita la intervención de las autoridades correspondientes para que intercedan y la ayuden en su situación, ya que ella es una persona de 94 años y actualmente se encuentra enferma, recuperándose de las secuelas de un derrame cerebral y presenta un cuadro de neumonía.

(José Manrique Euán Martín)

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