En el tercer año de la administración de Alejandro Moreno Cárdenas, la situación laboral del Estado de Campeche continúa empeorando con el crecimiento de la población desocupada durante el 2018, que pasó de 10 mil 860 personas en el primer trimestre de ese año a 15 mil 83 ciudadanos desocupados durante el cierre del mismo, de acuerdo con la última entrega de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Pese al magro repunte económico de la Entidad registrado en el tercer trimestre del 2018, que ha sido alardeado por el Mandatario priísta como el gran logro de su Gobierno, que acumuló cifras en picada desde su inicio, en el aspecto laboral, su administración NO ha logrado conjugar los elementos necesarios para la creación de empleos requeridos a nivel estatal, considerando que fue uno de los Estados más afectados durante el pasado sexenio, gracias a la Reforma Energética que él mismo defendió -al igual que su amigo Oscar Rosas González, el verdugo del Pueblo carmelita-, y que provocó despidos masivos (más de 30 mil desempleados), especialmente en el municipio de Carmen.
La población desocupada se desprende de la tasa de Población Económicamente Activa (PEA) para el país y las Entidades, y se considera como “aquella que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo e hizo alguna actividad por obtener empleo”.
Para el caso de Campeche la tasa incrementó casi un punto porcentual, ya que se ubicó en 2.6 por ciento respecto a la PEA al inicio del año y finalizó en 3.5 por ciento, lo que representó una pérdida considerable de fuentes de empleos frente a una escasa generación de puestos que no ha logrado suplir los más de 35 mil empleos perdidos por la crisis petrolera causada en la era del “gran amigo” de Alejandro Moreno y de Campeche, el ex Presidente Enrique Peña Nieto.
Cabe destacar que el mercado laboral de Campeche se encuentra entre los más disminuidos en el ámbito nacional, reflejo de políticas públicas erróneas que no han logrado captar la fuerza laboral de la Entidad, atrayendo inversiones nacionales y extranjeras, claro ejemplo de ello la desconfianza empresarial reportada por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), así como el fiasco en anuncios como la llegada de cruceros internacionales al puerto de Seybaplaya, a lo que se suma una administración estatal opaca y con señalamientos de corrupción.
(Texto: Carlos Valdemar /
Fotos: POR ESTO!)