Líderes de Dzitbalché y Freciez denuncian grandes intereses económicos en la macrogranja de Dzitbalché / Fernando Senderos Mestre y sus socios yucatecos, los Gamboa Patrón y Patrón Laviada, detrás de la instalación del proyecto
DZITBALCHE, Calkiní, Cam., 17 de febrero.- Instalar megagranjas porcícolas en el Camino Real se traducirá en el deterioro del medio ambiente, pero sobre todo de uno de nuestros principales recursos que es el agua, declaró Paulino Cen Cahuich, líder natural de la comunidad de Dzitbalché.
Asimismo, en opinión del líder campesino maya Luis Antonio Che Cu, los grandes consorcios agropecuarios están enfilando sus intereses hacia las últimas reservas de recursos naturales del país, mismas que se encuentran en la Península de Yucatán.
“No es una casualidad. Kekén o, lo que es lo mismo, Fernando Senderos Mestre y sus socios yucatecos, los Gamboa Patrón y Patrón Laviada, no estarán conformes hasta destruir nuestro ecosistema a cambio de falsas promesas de empleo.
“Eso mismo está ocurriendo en la Frontera Sur, donde tiene lugar el robo desmedido de madera, caza furtiva, narcotráfico y tráfico de personas. Por eso es importante que nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador tome cartas en el asunto”, acusó el líder campesino.
“Los habitantes de la Península de Yucatán le debemos mucho al cerdo. Este animal es base de nuestra cultura alimentaria, por eso se le ha criado y preservado, pero eso de las granjas de cochinos es otro asunto. Se trata de empresas que buscan obtener muchísimo dinero, a cambio de destruir la naturaleza.
“Ya se produce suficiente cerdo en Yucatán para alimentar a los habitantes de la Península. No es necesario que se abran otras granjas. Nuestra región desde siempre ha sido golpeada por la crisis, existe pobreza, pero no por crear algunos empleos tenemos que aceptar que se instale aquí una empresa que ya demostró que es irresponsable”, opinó el entrevistado.
Cen Cahuich señaló que no puede estar de acuerdo con la instalación de una granja de puercos, en un enclave rodeado por las comunidades de Dzitbalché, Santa Cruz Pueblo, San Antonio Sahcabchén, Bacabchén y San Agustín Chunhuás, porque es el lugar menos indicado.
“Por lo menos hubieran planeado que el proyecto esté en un sitio alejado de la zona urbana, donde no exista, o sea mínimo, el riesgo de contaminar el manto freático. Pero como a los empresarios les interesa hacer un gasto mínimo escogieron Dzitbalché, porque está cerca de Mérida y Campeche”, declaró.
Consideró que en caso de que sea aprobada, la megagranja de Kekén no será otra cosa que una amenaza latente para las poblaciones aledañas.
“No es un proyecto pequeño, se habla de más de 600 hectáreas. Seguramente van a decir que van a generar empleos, pero lo que pienso es que en realidad van a crear problemas.
“No necesitamos más cochinos que los que podemos comer. Además, es una gran verdad que los campechanos ya no podemos darnos el privilegio de comer carne, pues es un producto muy caro. Eso de las granjas es como contar dinero delante de los pobres. Vamos a criar cerdos, pero no los vamos a poder comer”, opinó.
Cen Cahuih opinó que las comunidades antes mencionadas serán convocadas para atender el tema de las macrogranja, pues no es un problema que únicamente incumba a Dzitbalché, sino a todo el municipio y a todo el estado de Campeche.
El líder natural agregó que precisamente Xpancutz y Las Mercedes son lugares donde hay “venas de agua”, que durante miles de años han sido usadas por los pobladores y no sería justo que de pronto llegara una empresa a contaminar el preciado líquido.
Este vecino del poblado de Santa Cruz Pueblo manifestó que no está de acuerdo con la determinación de los gobernantes, en ésta y en otras decisiones, que finalmente terminan perjudicando al Pueblo y a quienes dependen de la salud de la tierra y el agua.
En sus manos de Roque Sánchez Golib debe estar que esta granja no sea colocada en la ciudad, ya que de esta forma deberían de actuar junto con sus cabildantes la negativa de ir en contra de la decisión de un Pueblo, no debe ceder ante el Gobierno del Estado, ya que su Pueblo es quien decide que no es factible dejar las granjas porcícolas en esta zona, mencionó don Paulino.
De esta forma no podría esperarse más y es necesario que el alcalde municipal Roque Sánchez Golib no se convierta en un cómplice destructor de la belleza que aún se tiene en el municipio y que sea un actor que permita que su Pueblo se muera poco a poco por tanta contaminación que se aproxima.
“Yo le digo a nuestro alcalde Roque Sánchez Golib que si existe el compromiso con los empresarios, que se informe y se genere certidumbre de que estos empresarios de Kekén van a respetar la ley, porque existe la tecnología para que este tipo de empresas funcione bien. Pero ese es el problema, prefieren no gastar y terminan contaminando, tirando toda la porquería de sus granjas al medio ambiente.
“Si estas personas ya compraron las tierras, pues se les debe supervisar y que sea modificado su proyecto. Dicen que es una granja de 40 mil cochinos y eso necesariamente va a generar mucha puerqueza.
“Cómo no vamos a estar preocupados, pues ya sabemos lo que hicieron en Yucatán, donde ya hicieron un daño muy malo a la naturaleza. Eso no lo podemos permitir acá. No estamos de acuerdo con que vengan, pero si no se puede impedir, que cumplan con la ley o, de otra forma, que se vayan”, sentenció.
“Los empresarios sólo llegan a fortalecer su riqueza; no les interesan las personas ni la sociedad. Luego cuando ya dañaron todo, se van y solamente nos dejan miseria y mucho daño”, concluyó.
Por otra parte, los ejidatarios de Dzitbalché, afirmaron que en realidad la granja estaría ubicada en una superficie de 200 hectáreas, donde antes ya existían algunas zahúrdas. También aseguraron que el terreno donde se pretende instalar la empresa se sobrepone a unos terrenos privados que se encuentran en litigio.
También existen dudas respecto a si el predio también invade propiedades del ejido Dzitbalché, por lo que, antes de que el proyecto se concrete, tendrá que definirse todo lo relacionado con la tenencia de la tierra.
Los enemigos de Dzitbalché
Para el líder campesino Luis Antonio Che Cu, el problema no es menor, pues considera que los grandes empresarios del país y del continente van sobre las últimas reservas naturales que quedan en México y éstas se encuentran precisamente en la Península de Yucatán.
“No es extraño que muchos quieran invertir en Campeche. Que se esté sembrando soya transgénica y que se esté destruyendo la selva y que se permita a narcotraficantes afincarse en la Frontera Sur.
“Yo le pediría a los campechanos que acudan al Internet y vean lo que inversionistas como Fernando Senderos Mestre, que es el verdadero dueño de Kekén, ha hecho en Sinaloa, donde ha llegado y ha despojado de sus predios de playa a los residentes.
“Desde luego, eso no tendría lugar, si estos potentados no tuvieran amigos y aliados en la política. Lo de las granjas es un asunto que se viene manejando desde hace muchos años. Lo pensaron hacer en el Sur de Campeche, pero como hubo crisis, ahora están retomando el proyecto en Calkiní.
“No es una casualidad. Kekén, o lo que es lo mismo, Fernando Senderos Mestre y sus socios yucatecos, los Gamboa Patrón y Patrón Laviada, no estarán conformes hasta destruir nuestro ecosistema a cambio de falsas promesas de empleo”, puntualizó el entrevistado.
(Jorge Aké Gutiérrez / Joaquín Vargas Aké)
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