VICENTE GUERRERO (ITURBIDE), Hopelchén, Cam., 11 de marzo.- La maquinaria pesada decomisada a los menonitas de la colonia Nuevo Progreso permanece en resguardo en el corralón de Hopelchén, y aún se observa la presencia de elementos de la Secretaría de Marina y Procuraduría Federal para la Protección al Ambiente, quienes efectuaron el aseguramiento.
Es una maquinaria tipo D8 la que fue interceptada en los montes de Iturbide, a la altura las Tres Marías, a pocos kilómetros de tres valles; esto fue explicado por los pobladores tras confirmar que la maquinaria pertenece a la colonia Nuevo Progreso.
Se sabe que la maquinaria se detuvo desde el sábado pasado, cuando la estaban trasladando y el menonita huyó al monte. El domingo en la tarde se aseguró para su traslado al corralón particular de Hopelchén, donde arribaron elementos de la Policía Federal con un convoy y resguardaron el tráiler.
Versiones de los campesinos aseguran que no están desmontando la selva como se dice y aclaró que la parte brechada es la mensura con más de 12 kilómetros existentes, y es lo que recorren cuando hay un incendio.
Este lunes se cumplen cuatro días del operativo entre la Gendarmería, la Marina Nacional y Profepa, cuya tarea fue ubicar los desmontes denunciados por los propios ejidatarios.
Los oficiales continúan con la búsqueda vía terrestre y aérea, hasta la frontera con Quintana Roo y por San Juan, aunque Pedro Chan Poot señala que existe confusión pues los pobladores saben que la tala ilegal es un delito, por lo que han evitado el desmonte.
Por su parte, los labriegos de la comunidad de Iturbide, molestos por la investigación, niegan incurrir en la deforestación y según no están de acuerdo de la insistencia de los federales, pese a la detención de la pesada unidad utilizada para el desmonte, aunque otros grupos denuncian la actividad ilícita e incluso provocan incendios para después destroncar los árboles.
Este lunes, los federales bajaron de la montaña a las 7 de la noche y pernoctaron frente al Palacio Municipal de Dzibalchén, donde supuestamente no hubo nada novedoso y esperaron a sus superiores para regresar a la capital del Estado.
(Jorge Amado Caamal Ek)