El día de ayer fue el último viernes de la Cuaresma 2019 y los expendedores de mariscos obtuvieron un repunte de hasta el 60 por ciento, pese a las inclemencias del tiempo para obtener el producto, informó Juan López Arcos, comerciante del Mercado Municipal Alonso Felipe de Andrade.
“Primero empecemos con la situación del mar, tanto calor y los nortes ocasionan que no haya estabilidad y no se pueda pescar bien, sin embargo, lo que estuvimos vendiendo estos viernes de Cuaresma fue bueno, nos dio para aguantar y sacar las ganancias”, indicó.
La afluencia fue muy notoria, aunque hubo días en los que los vientos y la lluvia ocasionaron que la gente no acudiera a comprar sus mariscos, terminaron la temporada con buenos números.
“La verdad nos fue mucho mejor que en el 2018 o que en años anteriores; antes, la gente no tenía para comprar tanto y pues la venta era bajita, pero ahora ya ha estado cambiando la cosa, pero eso sí, aún hay quienes no tienen las posibilidades de estar comprando el marisco”, subrayó.
El producto que más se vendió fue la mojarra, debido a que el kilo ronda entre los 60 y 80 pesos, lo que se vuelve accesible para quienes respetan las tradiciones y no tienen tanto dinero para gastar.
“El camarón se vendió poco, pero sí hubo venta, lo que pasa es que es un poco más caro, entonces la gente busca comprar los pescados más baratos, pero podemos decir que en general se vendió de todo un poco”, aseveró.
Explicó que afortunadamente aún hay personas que siguen la tradición de comer mariscos en viernes y esto ayuda a los expendedores a tener trabajo fuerte en estas fechas.
“La verdad, esperamos que siga mejorando la economía, que el Gobierno Federal apoye a los pescadores, así todos saldremos ganando, aunque a veces uno se las ve difícil cuando el Gobierno local nos pone trabas, ojalá que ellos también se pongan a ayudarnos a los comerciantes para que sigamos superando los malos tiempos y tengamos más ventas”, finalizó.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Romario Sansores)