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Campeche

Capricho de Comuna afectó ventas de feriantes foráneos

Con el afán de dar “orden” al recinto ferial, la administración municipal espuria se sumergió en polémica desde los preparativos del espacio, cercado por una empresa foránea a la que se desconoce cuánto se pagó. El “orden Rosa” repercutió negativamente para los comerciantes foráneos, ya que al ser reubicados no estuvieron a la vista y no vendieron.

Al respecto, el productor de ropa proveniente de Teziutlán, Puebla, Anselmo Agustín Salazar, lamentó que esta edición de la Feria de Carmen no fue benéfica para los comerciantes foráneos, que desde hace varios años viene con la esperanza de llevarse algunas ganancias. La nueva ubicación de los puestos les afectó bastante, están por irse con más gastos que ganancias, lo que se suma a que este año pagaron más por instalarse.

“No, realmente no fue lo que esperábamos, prácticamente no repuntó, están muy bajas las ventas, han estado tranquilas, no es comparable a otras ocasiones, yo cada año vengo acá, ya 10 años de venir a esta feria y este año sí estuvo pesadísimo”, lamentó.

Además la voracidad de la autoridad local, que cobró más caro, “cada año va subiendo, mientras el costo de lo que pagamos sube el producto no sube de precio, es el mismo que traemos cada año, los costos sí se nos suben cada vez y realmente ya no da, está cañón, a veces uno dice vengo a vender mi producto, en mi caso yo fabrico el producto y doy precios bajos, pero ni por eso, los gastos fueron muy elevados, tanto gastos personales como gastos de lo que hay que pagar”.

“Salí tablas porque realmente no me llevo ni lana, ni dinero, nada, mercancía pues es volver a resurtir, porque tiene las misma mercancía pero no tienes dinero en la bolsa, eso es el detalle”, estimó.

Consideró que este año fue más difícil por la organización que no fue positiva para el comercio, “hace un año que vine sí levantó, yo me fui feliz y contento de aquí porque yo sí vendí mi producto muy bien, este año como que yo veía que la gente nomás no, además el agua también afectó un poco. Pero sí, lo que de plano afectó fue que hubo cambios, he trabajado en expos y cada lugar que voy, si el organizador me cambia de lugar, ya valió ‘maiz’, ya mi clientela se desubica y no te encuentran”.

“Cambiaron los lugares, este año fue un cambio total de reubicación en la feria, todo eso influyó, te lo digo porque he andado en ferias y expos, de repente te dicen que ahora te toca en otro lado y ya no es lo mismo, ya te descontrolas y si la gente te ubicaba pues no te encuentra y ya no vendes igual”.

“Yo maquilo ropa para dama, mi producto ya lo conocen, es muy conocido y lo busca tanto gente de aquí como gente que viene de otros lados, pero si ya no te ubican en el mismo lugar, ya no te compraron tus clientes”, dijo decepcionado.

Pese a todo, volvería el año próximo pues son los riesgos del negocio, aunque espera que haya más consideración para el comercio que viene desde lejos, “así es el negocio, ésta tocó perder, esto es así, ya ni modo, un año bueno, un año malo, ni modo, a seguirle trabajando”.

(Texto y fotos: Carlos Valdemar)

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