Luego que trascendiera que la colocación de cercas con malla ciclónica en el recinto ferial de Ciudad del Carmen, otorgando el trabajo a una empresa foránea de la ciudad de Mérida, Yucatán, denominada Maxicercas, y de la cual se desconoce cuánto se erogó por sus servicios, el ciudadano Gaspar Ravell Cobá consideró que queda en evidencia el entreguismo de la administración de Oscar Rosas González, que presume de un falso orgullo localista mientras privilegia a empresas de fuera.
“El alcalde Oscar Rosas es el primero en salir a decir que primero los carmelitas, hasta sale presumiendo que ya firmó tal o cuál convenio con empresas según para que privilegien la mano de obra local, pero en la práctica lo que hace es beneficiar a foráneos con los recursos municipales, como esto de la cerca que la verdad muchos estamos inconformes de que se encierre la Feria de Carmen”, refirió.
“Eso es doble discurso por no decir hipocresía, quieres obligar según a contratar mano de obra carmelita, eso está bien, pero van y en lugar de que se beneficie a una empresa local con ese trabajo, van y buscan una empresa hasta Mérida, Yucatán, de la que ni siquiera se sabe cuánto cobró, tal vez hasta era más económico con trabajadores carmelitas, pero prefirió una empresa de Yucatán”, añadió.
“Si fuera al revés sería impensable, porque las autoridades de ese Estado sí defienden la localía, allá sería impensable que otra empresa llegue a hacer trabajos, y mientras Rosas va y se trae desde allá a estos trabajadores, que bueno, ellos se ganan la vida al final de cuenta el que está mal es la autoridad del municipio de Carmen, porque es de Carmen, no de Mérida o de Campeche o de otro lado, por lo que debería de contratar primero a las empresas de aquí”.
Falso orgullo
A pregunta expresa de si es un falso orgullo carmelita el que insistentemente presume el Edil, señaló “sí, no se vale que diga primero Carmen y no sé qué tanto, y que en los hechos traiga puras empresas de fuera para trabajos que bien podrían beneficiar a familias carmelitas”, concluyó.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)