HOPELCHEN, Cam., 16 de marzo.- La falta de lluvias está afectando la producción de miel y con ello los productores están pasando apuros por la falta de floración, ya que repercute en una baja en la producción del dulce, además los canales de comercialización del producto están restringidos y ello les permite fijar condiciones al momento de recepcionar la miel.
Es más, hay empresas que reciben la miel, marcan el depósito y lo llevan a la capital campechana para su análisis y así poder decidir si compran o no la miel y qué precio van a pagar por ella. Y es que en esta ciudad los centros receptores sólo tienen capacidad para informar al productor sobre la cantidad de kilos y el grado de humedad de la miel.
Guadalupe Chablé Herrera, quien es apicultor que se organizó en la Sociedad de Solidaridad Social (SSS) “Unión de Apicultores Indígenas Cheneros” (UAICH), dijo que la actividad apícola está a la baja, debido a la falta de lluvias y que hasta el momento sólo se ha podido cosechar miel de floración de árboles como el “Dzizilché” y de enredaderas como el “Canchunub”.
La falta de lluvias ha provocado que otros árboles florezcan, aunque en algunos puntos del municipio el jabín ya está próximo a florecer y este árbol permite que las abejas puedan trabajar para producir la miel en las colmenas.
Además, otra de las causas por las cuales la apicultura está a la baja es por la falta de precios atractivos para hacer rentable la actividad y por ello se han dado a la tarea de hacer trabajos adicionales para tener miel de calidad, entre ellos, cuidar que la miel esté bien madura, colarla y envasarla para poder venderla al menudeo a un precio de 50 pesos por una botella de un litro, ya que un litro de miel lleva aproximadamente kilo y medio del dulce. Refiere que la venta de miel a detalle les lleva más tiempo pero le permite mayores utilidades.
Mencionó que la apicultura se ha convertido en una actividad familiar, ya que es complicado ocupar a más gente porque ello representa incrementar los costos de operación y cuando vas a “castrar” sólo logras cosechar entre 120 y 150 kilos, y además tienes que costear alimentación, transporte y manejo de equipo.
Por ello indicó que de no caer las lluvias, este 2020 será otro año terrible para la apicultura y dijo que es necesario que se implementen estrategias institucionales para que la actividad no se desaparezca, ya que por décadas ha sido una fuente de ingresos para las familias cheneras, concluyó.
(Jorge Alberto Uc Moreno)