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Campeche

84% de familias aceptan liberar vías del tren

La mayoría de las familias que habitan en el derecho de vía del ferrocarril de las colonias Camino Real, Santa Lucía y Bellavista, están a favor de la reubicación, aunque el principal planteamiento es una relocalización justa para los vecinos y en el caso de los pescadores que sea en áreas cercanas.

En un comunicado la Organización de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) precisa que ya se entrevistó con 119 personas (67 mujeres y 52 hombres) y de estos el 84 por ciento está a favor de la reubicación y un 16 por ciento no desea abandonar su vivienda.

De acuerdo al texto el proyecto de mejoramiento urbano y habitacional alrededor de las vías del Tren Maya en esta ciudad que desarrolla ONU-Hábitat es para conocer la situación, preocupación y propuesta de los vecinos para su relocalización.

De los vecinos que se manifestaron a favor, es que el Tren Maya debe proporcionar beneficios económicos, una mejora en las condiciones de vida de las familias y la seguridad sobre todo ante posibles descarrilamientos.

Con base en las opiniones de los entrevistados, el paso diario del tren afecta la infraestructura de las viviendas; por lo que las paredes y cimientos se refuerzan periódicamente.

Aunado que implica un riesgo para las niñas y niños que juegan en las inmediaciones o acuden a la escuela primaria ubicada en la zona.

Según el relato de una vecina, asienta el boletín, “llevo 39 años viviendo en Camino Real. Me duele tener que dejar mi casa. Compré la vivienda, puse mi negocio y vivo de las ventas, de la gente del barrio. Irme a otro lado es volver a empezar; pero estoy consciente de que es para la mejoría de Campeche, para la mejoría de nosotros mismos. El paso del tren rompe los vidrios de la casa y cuartea los techos. Corremos riesgo. Es mejor estar fuera de la vía”.

Otro argumento a favor de cambiarse de domicilio es para tener la certeza jurídica de las viviendas; en otros casos la casa perteneció a un único propietario.

También revela que se propuso el cambio a otra ciudad, por lo que se negocia la posibilidad de una permuta.

Las familias que están en contra

En cuanto a los vecinos que pronunciaron rechazar una posible relocalización, argumentan que las casas se construyeron antes de la vía del tren; por lo que insisten en su negativa a abandonarlas.

Y cita que una de las entrevistadas, sostuvo que “ya tenemos cinco generaciones viviendo en la propiedad que nos legaron mis abuelos. Tenemos 82 años en este trazo. (…) No quiero vender la casa porque aquí está mi raíz, aquí está mi tradición”.

Pero también los vecinos coinciden en que se lleve a cabo una negociación justa para dar su consentimiento a una relocalización; la cual excluya el traslado a casas de interés social en la periferia; o la entrega de viviendas con un valor inferior al de la vivienda actual.

Otra de las propuestas que se analizan es de las personas que se dedican a la pesca, y requieren movilizarse cerca del área tanto en los momentos de actividad pesquera, como para el resguardo de sus embarcaciones durante eventos meteorológicos.

El organismo internacional, informa que continuará con las entrevistas con el resto de los habitantes que viven cerca de la vía del ferrocarril con el fin de asegurar un proceso de negociación exitoso que satisfaga sus necesidades y preferencias.

Lo anterior, señala el comunicado va a permitir “la liberación de la traza y, con ello, la materialización del proyecto Tren Maya, con sus consiguientes beneficios de empleos y conectividad para Campeche y otros estados del Sureste”.

(Wilbert Casanova Villamonte)

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