Campeche

Centro LIBRE atiende más de 300 casos de violencia familiar en Ciudad del Carmen

De junio a septiembre, el Centro LIBRE para Mujeres en Ciudad del Carmen atendió más de 300 casos de violencia familiar, pero solo cuatro mujeres iniciaron proceso legal. El centro insiste en acompañar sin presionar.
Entre miedo y esperanza: mujeres enfrentan violencia familiar en Ciudad del Carmen
Entre miedo y esperanza: mujeres enfrentan violencia familiar en Ciudad del Carmen / Perla Prado Gallegos

De junio a septiembre, la mayor parte de los casos registrados en el Centro LIBRE para Mujeres en Ciudad del Carmen están relacionados con violencia en el entorno familiar, siendo la violencia psicológica y económica las de mayor incidencia. Desafortunadamente, de las más de 300 situaciones en el hogar, únicamente cuatro mujeres decidieron iniciar proceso legal en contra de sus agresores, lo que demuestra que siguen desconfiando en la aplicación de justicia.

El Centro LIBRE para las Mujeres de Carmen, programa impulsado por el Gobierno Federal a través de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, inició operaciones en la Isla en junio pasado, y desde entonces ha brindado atención a más de 640 mujeres en la prevención, orientación y atención integral de casos relacionados con violencia de género y vulnerabilidad social.

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De acuerdo con Patsy Higuero González, coordinadora del centro, el trabajo del equipo ha permitido atender a mujeres que enfrentan desde problemáticas familiares y económicas hasta situaciones de violencia psicológica y física, pues el centro no excluye a ninguna mujer. Aunque su origen instruye a atender casos de violencia, la mitad de las asesorías son para quienes buscan orientación sobre sus derechos, cómo aprender a leer y escribir, relacionado o no con la violencia. “Lo importante ha sido informar, prevenir y acompañar”, señaló.

La funcionaria detalló que muchas mujeres llegan sin saber que están siendo violentadas, dicen sentirse tristes o con miedo, pero no identifican que viven un ciclo de violencia. “Nuestra tarea es ayudarlas a reconocerlo y brindarles orientación jurídica y psicológica”, comentó.

El proceso de atención comienza con la intervención de una promotora de cambio cultural, quien identifica el tipo de violencia y el nivel de riesgo que enfrenta la víctima. En los casos con riesgo feminicida, la prioridad es canalizar a la mujer con la abogada del centro para valorar una posible denuncia y activar mecanismos de protección.

Sin embargo, la coordinadora reconoció que, de las más de 300 mujeres atendidas, solo cuatro han decidido interponer una denuncia formal ante las autoridades. “Muchas no confían en las instituciones o no se sienten listas para denunciar. El daño emocional y el miedo a su agresor las paraliza. Nuestro trabajo es acompañarlas, no presionarlas”, subrayó.

La resistencia a denunciar se debe también a la desconfianza en las instituciones y al desgaste emocional que sufren las víctimas. “A veces se pierde la fe en el sistema, la mujer llega rota, sin fuerzas para imaginarse fuera de ese círculo de violencia. Por eso insistimos tanto en el acompañamiento psicológico y en la reconstrucción de su autoestima”, apuntó.

Finalmente, destacó que el centro seguirá reforzando las acciones de prevención, asesoría legal y atención psicológica, con el objetivo de ampliar su cobertura y promover una cultura de respeto y equidad. “El reto más grande es que ninguna mujer se quede callada, que todas sepan que hay espacios donde pueden recibir apoyo sin ser juzgadas”, concluyó.