En agosto, con el inicio de la temporada de captura de pulpo, alrededor de 100 pescadores locales se mudaron temporalmente a Progreso, Yucatán para trabajar en esta actividad; sin embargo, aunque la veda todavía no inicia, los hombres de mar han empezado a regresar a la Villa, pues para ellos ya se acabó la actividad.
Héctor López Méndez, pescador, explicó que cada año viajan a Yucatán porque allí se paga mejor y hay mayores capturas. “Este año nos fue bien, pero el empleo y la especie ya empiezan a escasear”, indicó.
Comentó que los pescadores permanecen alrededor de 25 días en el mar, viajando en barcos y usando alijos (lanchitas) para pescar el pulpo por la mañana y ser recogidos por la tarde. Pasan la noche en el barco esperando el día siguiente para volver a salir.
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“Es un trabajo pesado, pero no nos queda otra opción; necesitamos ganar bien para mantener a nuestras familias”, dijo.
En Sabancuy, las capturas son menores y el precio se paga más bajo, lo que reduce sus ganancias.
López Méndez explicó que cuando hay mal tiempo deben regresar a puerto o buscar refugio seguro, lo que les impide trabajar y genera pérdida de ingresos durante varios días. Señaló que, ante pronósticos de temporales, este último viaje fue el cierre de la temporada para muchos, ya que el 15 de diciembre marca el fin oficial de la actividad.
“Fue una buena temporada, estamos contentos y ahora podemos regresar a Sabancuy. Vamos a ver si nos dedicamos a la pesca de la sierra, ya que hay poco pulpo y la temporada está por terminar”, agregó.
Ernesto Méndez Zúñiga, también pescador, afirmó que las capturas en Progreso fueron buenas y espera que se respete la veda del pulpo en Sabancuy para poder pescar localmente. Comentó que, aunque se gana mejor en Yucatán, estar lejos de casa es muy difícil, por lo que están felices de regresar con vida y poder compartir tiempo con sus familias.
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JY