
La producción de miel ha decrecido en Campeche en comparación con las cifras que se tenían para el mismo periodo del año pasado. Esto, en gran parte, se debe a las afectaciones que ha provocado la intensa sequía que azota la región, aseguró el responsable de la apicultura de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Juan Martínez Hernández, al reiterar que se están detonando esfuerzos para fortalecer esta actividad, porque la apicultura no solo se trata de la producción de miel, sino también genera salud, sustento, economía y equilibrio ambiental.
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A pesar de las altas temperaturas y la deforestación en zonas clave para la apicultura, el estado de Campeche espera mantener una producción superior a las cinco mil toneladas de miel este año, dijo durante su participación en la Jornada por el Día Internacional de la Abeja y la Apicultura, organizada por la Dirección de Desarrollo Social, en la que participaron 25 productores de Carmen, Escárcega y Hopelchén.
A detalle, comentó que en 2023, la entidad alcanzó una producción de seis mil 226 toneladas de miel, de las cuales el 80 por ciento se exportó principalmente a Europa y Arabia Saudita, mientras que solo el 20 por ciento fue comercializado localmente. Sin embargo, el calor atípico de mayo y la disminución de la floración están comenzando a afectar severamente el rendimiento de las colmenas.
“Hay floración, pero se le llama flor seca. No produce néctar y eso está afectando. De acuerdo con lo que nos han comentado los apicultores de varios municipios, la producción se ha estancado, nos ocupa y por eso estamos permitiendo que se capaciten para que sepan cómo contrarrestar estos efectos del calor”, explicó el funcionario.
Campeche ocupa el quinto lugar nacional en producción apícola y es uno de los líderes regionales después de Yucatán. Municipios como Hopelchén, Champotón, Calkiní, Hecelchakán y Carmen son claves en la actividad, gracias a sus montañas en algunos casos y zonas aún conservadas.
Sin embargo, Martínez Hernández advirtió que la quema y deforestación de macizos forestales continúan poniendo en riesgo la biodiversidad, incluyendo a los polinizadores, esenciales para la producción alimentaria y ecológica. Se necesita un cambio de conciencia ambiental y capacitación continua a los productores.
“El ser humano no debería ser una amenaza, debería ser el principal beneficiario de proteger el entorno. No podemos seguir aplicando agroquímicos sin saber que estamos matando no solo a las abejas, sino a muchos insectos y plantas que tienen una gran función para la vida”, reiteró.
La producción ha caído desde su pico en 2015, cuando Campeche superó las ocho mil 500 toneladas, y aunque 2023 marcó una recuperación, incluso el año pasado se tuvieron buenos números, los efectos del cambio climático y el uso indiscriminado del suelo ponen en duda la estabilidad del sector.
JGH