
Tras la aprobación en el Senado de la llamada “Ley Mincho”, que prohíbe el uso de delfines en espectáculos y establece su protección fuera del cautiverio, Lourdes Rodríguez Badillo, representante del Movimiento Alternativo para la Recuperación de Ecosistemas Afectados (MAREA AZUL), celebró el avance legislativo y propuso que la Laguna de Términos sea considerada como el primer santuario para mamíferos marinos en México.
La Ley Mincho, impulsada desde la sociedad civil por la organización ANIMAL HEROES, obtuvo el respaldo de todos los grupos parlamentarios, aunque todavía deberá ser votada en la Cámara de Diputados. Rodríguez Badillo explicó que esta lucha lleva más de tres décadas, enfrentando la inercia institucional y el poder de grupos empresariales ligados a parques marinos.

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Tras prohibición de shows con delfines, proponen la Laguna de Términos como santuario de liberación
A pesar de los debates en las mesas técnicas de la NOM-135 —que regula el manejo de delfines—, la normativa permanecía sin cambios debido al control político y económico de intereses vinculados al Partido Verde y a propietarios de delfinarios.
“Cada revisión de la norma era una simulación. Si bien participaban veterinarios, ambientalistas y legisladores, siempre quedaba igual porque quienes defendían el cautiverio tenían influencia directa”, denunció.
También señaló que, en el pasado, los delfines eran capturados directamente de la Laguna de Términos y utilizados con fines reproductivos y comerciales, incluso mediante el robo de semen. “Hubo casos graves como en 2018, cuando se facilitó el uso de delfines al traficante Alberto Delgado, bajo la excusa de la investigación científica”, afirmó.

Aseguró que el maltrato incluía estrés crónico, desnutrición forzada y manipulación para entretenimiento. “Los obligaban a actuar por hambre. Si no cumplían, no comían. Era un modelo cruel”, explicó.
Con la entrada en vigor de la Ley Mincho, la organización MAREA AZUL busca que los delfines que ya no están en condiciones de continuar en espectáculos —por edad, fatiga o daño psicológico— puedan ser trasladados a un entorno semi natural, como la Laguna de Términos, donde se prevé la creación de un santuario con corrales marinos
“No queremos más tanques de concreto. En la Laguna vivirán en agua natural, con comida viva, sin shows, sin estrés, es su hábitat, ahí podrán reintegrarse poco a poco a la vida silvestre”, indicó.
Según datos preliminares, serían al menos 350 delfines en cautiverio los que podrían beneficiarse de esta transición progresiva.