
Si hay alguien que no necesita invitación para asistir a los eventos del pueblo, ese es Culino, el perro más popular y querido de Pomuch, quien se ha ganado un lugar especial en el corazón de los pobladores y visitantes por igual.
Con su andar despreocupado y mirada pícara, Culino ha sido captado en ferias patronales, kermeses, procesiones religiosas, accidentes viales, eventos turísticos, graduaciones e incluso misas dominicales. Su presencia es tan constante y entrañable que muchos lo consideran ya un ícono local o como algunos le llaman con cariño: “patrimonio cultural de Pomuch”.
No se sabe con certeza cuándo empezó su recorrido social, pero sí es claro que Culino es omnipresente. No importa si hay mariachis, trajes típicos, puestos de antojitos o una ceremonia formal, él siempre encuentra el modo de colarse… y ser bien recibido.
El más fotografiado del pueblo
El perro, de pelaje mestizo y carisma natural, aparece en decenas de fotografías de turistas y vecinos. Se ha convertido en una especie de guía no oficial del pueblo, pues incluso acompaña a visitantes a recorrer calles, panteones y atracciones locales. Algunos viajeros han compartido imágenes de Culino en redes sociales, ayudando a que su fama traspase los límites del municipio.
“Es parte de nuestra identidad, todos lo conocen, lo saludan, lo alimentan. Si hay evento, ahí está Culino, ya sea tomando sombra, durmiendo en medio del camino o saludando con la cola a los que pasan”, comenta una vecina del centro.

Más que un perro, una leyenda viva
Aunque no tiene dueño formal, Culino es de todos. Recibe comida, cuidados, caricias y hasta ropa en invierno. Algunas familias han ofrecido llevarlo a sus casas, pero él siempre regresa a las calles, donde es libre y querido.

Vecinos han impulsado la idea de nombrarlo oficialmente patrimonio local o mascota del pueblo, incluso colocarle una placa o construirle una pequeña caseta frente al parque principal, como símbolo del afecto colectivo.
“Pomuch es famoso por sus tradiciones, su pan y su panteón... pero también por Culino”, dicen con orgullo los habitantes.