
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ya interpuso 57 denuncias por los casos de deforestación en el Estado; y se han decomisado diversos artículos agropecuarios, además de que hay personas detenidas por este delito, informó la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce) en Campeche.
Se detalló que, de las 57 denuncias interpuestas, la mayoría son por daños a la selva en los municipios de Hopelchén y Candelaria; aunque también se han detectado casos en Carmen.
A decir de la titular de la Semabicce, Jocely Durán Murrieta, la mayoría de las denuncias son por desmonte del macizo forestal con intenciones de cambio de uso de suelo para implementar actividades agropecuarias; siendo esta práctica la que más afecta a la selva campechana.
Explicó que, aunque se prevé que la superficie deforestada para cambio de uso de suelo es de hasta tres mil hectáreas cada año, la cifra podría ser mucho mayor. Y es que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha detectado que un gran número de incendios forestales no fueron “accidentes de la naturaleza”, sino provocados intencionalmente para obtener el cambio de uso de suelo.
Dijo que la Semabicce y la Profepa colaboran vía el sistema de información georreferenciada para que el organismo federal arme las carpetas de investigación e ingrese a los predios donde se lleva a cabo la deforestación o la tala selectiva.

Detalló que, a través de los operativos, se incautaron tractores y se detuvo a algunas personas, pero solo se impusieron sanciones administrativas por parte de la Profepa; ya que es la Fiscalía General de la República (FGR) quien debe imponer sanciones penales a quienes incurran en delitos de deforestación.
Apenas en junio pasado, la Profepa clausuró terrenos forestales de Los Chenes y el sur del Estado, por la tala ilegal de especies nativas a manos de menonitas; en Yucatán y Quintana Roo también se detectaron graves daños.
En esa ocasión, las autoridades aseguraron en nueve áreas naturales afectadas más de 100 metros cúbicos de maderas, herramientas, torres agrícolas, tractores, una cosechadora y un remolque; además de que entre los árboles derribados había especies protegidas por la Semarnat, como la caoba y el jobillo.