
El impacto de las actividades productivas como la ganadería, la extracción petrolera, la planta de nitrógeno y la erosión de la costa son factores que afectan los manglares y los ponen en grave riesgo. Para evitar mayores daños, la ciudadanía debe denunciar los casos en los que se viertan residuos en estas zonas ambientales, como sucede en el estero Pargo o en la Península de Atasta, señaló la Rectoría de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar).
Un estudio del Centro de Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizado en Carmen, advirtió sobre el riesgo de contaminación de los manglares por el vertimiento de aguas residuales derivado de la construcción de infraestructura urbana, además de otros factores que inciden en la conservación de estos ecosistemas costeros.
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Sobre el tema, la rectora de la Unacar, Sandra Marta Laffon Leal, reconoció los resultados del centro de investigación de la UNAM, ya que existe una preocupación nacional por recuperar las áreas naturales, sobre todo los manglares, que constituyen la primera franja protectora de la línea de costa.
Calificó como importantes las iniciativas de restauración del manglar en la costa, como en la zona del estero Pargo e incluso en la Península de Atasta, que sufre fuertes impactos por actividades ganaderas, petroleras, la erosión y el crecimiento urbano.
Aceptó que la mancha urbana ya ha invadido muchos lugares, eliminando manglar y vegetación para construir zonas urbanas. Advirtió que hay afectaciones graves debido a este desarrollo, como los drenajes que matan al manglar, y reconoció que la planta de nitrógeno también puede impactar en estos ecosistemas.
Exhortó a la ciudadanía a denunciar descargas residuales en caso de detectarlas de manera clandestina, ya que así se puede proceder a la clausura o sanción correspondiente.
Reiteró que los reportes anónimos son una vía para frenar la depredación, invasión o afectación ambiental, especialmente aquellas que implican la remoción o destrucción del manglar. La mejor ayuda es la denuncia ciudadana, ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) o la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce).