Los locatarios del mercado Alonso Felipe de Andrade expresaron su inconformidad ante las restricciones que presuntamente se pretenden imponer para la tradicional venta del Día de Reyes, una actividad que aseguran se ha realizado por más de cuatro décadas y que representa un ingreso clave para decenas de familias.
La preocupación surgió luego de que algunos comerciantes fueran informados sobre la posible exigencia de documentos como predial, recibos de agua potable y otros requisitos administrativos, considerados injustificados tratándose de una venta de un solo día.
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Reunidos en la nave seca del mercado principal, los locatarios alegaron que tienen derecho a realizar el Paseo de Reyes sin estar sujetos a requisitos irrelevantes. Al término, Sergio Alberto Martínez Herrera indicó que la incertidumbre obligó a los locatarios a buscar un acercamiento directo con las autoridades municipales.
El director de Servicios Básicos habría señalado que la venta se desarrollará como cada año, lo que generó versiones encontradas y mayor molestia entre los comerciantes.
Los locatarios recalcaron que la venta del Día de Reyes es una tradición arraigada al mercado, donde los espacios históricos son respetados y los comerciantes cumplen con sus derechos y disposiciones básicas.
Advirtieron que imponer limitaciones como restringir la venta a juguetes y excluir a quienes ofrecen alimentos, ropa o dulces provocaría un conflicto innecesario. También cuestionaron la creación de espacios alternos organizados por el Ayuntamiento, que desplazarían a los comerciantes tradicionales.
Finalmente, Martínez Herrera subrayó que tras un año económicamente difícil, esta vendimia es una oportunidad fundamental para recuperar ingresos, por lo que pidió a las autoridades municipales garantizar condiciones claras y justas, respetar la tradición del mercado y evitar decisiones que perjudiquen a más de cien locatarios.