En el Asilo de Ancianos “Villa Merced”, ubicado en la calle 33ª por 60, actualmente viven únicamente cinco personas bajo la administración de una Asociación Civil que no recibe subsidio oficial. Los abuelitos han solicitado a la población apoyo en donación de despensas para su manutención diaria, así como materiales y mano de obra para atender las reparaciones urgentes del antiguo edificio, que presenta problemas visibles por falta de mantenimiento.
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La situación se hizo pública a través de redes sociales, luego de que una ciudadana difundiera un video en el que uno de los adultos mayores pedía ayuda para su sustento. El mensaje generó una campaña de recolección de apoyo y una oleada de comentarios sobre la necesidad de mayor respaldo institucional para este albergue. Mientras algunos ciudadanos han decidido colaborar, otros han criticado tanto a la administración del lugar como a las autoridades, por no brindar atención suficiente a quienes ahí residen.
De acuerdo con voluntarios del hogar, los cinco adultos mayores —dos mujeres y tres hombres— cuentan con lo básico para alimentarse, medicarse y mantener condiciones higiénicas, pero la principal problemática es el deterioro estructural del inmueble. Techos y muros presentan daños que podrían derivar en un riesgo de colapso, especialmente en salas que no se ocupan pero que requieren atención inmediata.
Con los cambios en la ley de albergues para ancianos, la estancia de los adultos mayores depende de su consentimiento y de la visita periódica de un tutor, lo que ha reducido la población tras la pandemia. Hoy, con cinco residentes, la Asociación Civil mantiene gestiones con la comunidad para garantizar su permanencia. Se invita a quienes deseen cooperar a acercarse directamente al asilo, aportando material de construcción, mano de obra o insumos básicos, ya que además de la atención diaria, se requiere impermeabilización, pintura y reparaciones eléctricas para asegurar la iluminación y seguridad del edificio.
