
La producción de miel en la región de Sabancuy ha disminuido hasta un 50% debido a la pérdida masiva de manglares, el aumento de temperaturas extremas y la escasez de floración, alertó Hilaria Acosta Navarrete, representante de la empresa Apis Canaán.
Uno de los factores más graves es la muerte del mangle negro, un ecosistema vital para la apicultura tradicional. Como se había informado anteriormente, entre 3,000 y 5,000 hectáreas han sido afectadas, convirtiéndose en cementerios de mangle. La causa principal es la ruptura de los canales de agua, situación que este tipo de mangle no resiste, a diferencia del mangle rojo y blanco.
"Al morir el manglar, no se producen flores, no hay néctar y las abejas se van, obligadas a buscar su fuente de vida. Los apicultores de Sabancuy ven con gran preocupación este panorama, pues la sequía extrema y la falta de afluente de agua ya están afectando la cosecha del néctar", explicó Acosta Navarrete.
La apicultora señaló que, anteriormente, cada cosecha rendía hasta nueve tambores de miel, pero ahora apenas alcanzan cuatro. Además, mencionó que muchas colmenas han desaparecido sin una explicación clara, aunque atribuye el fenómeno al estrés que sufren las abejas.
Acciones para recuperar el ecosistema
Actualmente, se trabaja en la restauración de 100 hectáreas de manglar con apoyo de la Conafor, y se planea un proyecto mayor con inversión privada para recuperar otras 500 hectáreas. Estas acciones buscan reactivar el ecosistema y generar empleo en una comunidad que depende de la pesca y la apicultura.
Acosta Navarrete también explicó que el cambio climático ha obligado a muchos apicultores a volverse nómadas, trasladando sus colmenas a zonas como Calakmul para seguir la floración y mantener la producción. En esa región, además, han logrado certificar miel orgánica libre de antibióticos, lo que permite generar valor agregado a través de subproductos como jalea real, cera, propóleo y polen.
"Ya no se puede vivir solo de vender miel por tambor. Ahora damos valor agregado a cada derivado de la colmena", enfatizó.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para seguir apoyando estos proyectos, que además de ser una fuente de vida y economía, representan un escudo natural contra el cambio climático.
"Los manglares no son únicamente árboles, son salud, son barreras contra huracanes y son parte de nuestra supervivencia por la alimentación que procuran", concluyó.
JGH