
En el último año se ha detectado un incremento preocupante de muertes súbitas por infarto en personas jóvenes, advirtió la Asociación Mexicana de Médicos Familiares y Generales, capítulo Ciudad del Carmen.

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Esta tendencia, ya documentada también en otros países, exige mayor atención y conciencia sobre la salud cardiovascular desde edades tempranas y, a decir de dicha agrupación, se recomienda que a partir de los 30 años se adopte como protocolo personal una valoración anual del sistema cardiovascular.
“Cada vez vemos más casos de personas menores de 40 años que fallecen repentinamente por afecciones cardíacas. Lo alarmante es que muchos ni siquiera sabían que tenían una condición”, expresó Rafael Javier Fonoy Jiménez, presidente de la asociación.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el primer semestre de 2024 las enfermedades del corazón se mantuvieron como la principal causa de muerte en el país, con un total de 100 mil 710 decesos.
Aunque no todos los casos especifican el grupo de edad, expertos advierten que cada vez más adultos de entre 25 y 44 años fallecen por paros cardíacos repentinos. Clínicas privadas y centros hospitalarios reportaron que el porcentaje de infartos en adultos jóvenes aumentó del 10 por ciento en 2023 al 17 por ciento en 2024.
Fonoy Jiménez explicó que los datos disponibles son generales, ya que en México no existe una estadística clara sobre muertes súbitas de origen cardíaco, en razón de que son registradas bajo otras patologías, lo que dificulta dimensionar con precisión el fenómeno. Sin embargo, en otros países reportan aumento de hasta 20 por ciento de casos tras la pandemia, principalmente entre adultos jóvenes.
Aunque un ataque cardíaco puede tener múltiples causas —sobre todo si no hay condiciones congénitas—, muchos de ellos están relacionados con la contaminación ambiental, que eleva el riesgo cardiovascular, así como con las secuelas del COVID-19, que ha dejado efectos a largo plazo en el organismo.
A esto se suman la mala alimentación y el estilo de vida sedentario, que deterioran progresivamente la salud del corazón, sin descartar los factores genéticos o enfermedades congénitas no detectadas.
Enfatizó la urgencia de adoptar la cultura del chequeo médico anual a partir de los 30 años, incluso en ausencia de síntomas, para prevenir complicaciones graves.
“Un electrocardiograma puede detectar a tiempo irregularidades que no presentan manifestaciones físicas. La clave está en detectar antes de lamentar”, subrayó.
Además, destacó la importancia de considerar los antecedentes familiares, debido a que hay padecimientos hereditarios, por lo que es fundamental que el médico conozca el historial clínico familiar para tomar decisiones oportunas.
Finalmente, hizo el llamado a cambiar la mentalidad preventiva en la población mexicana, y señaló que en países como Estados Unidos los seguros médicos exigen chequeos anuales para mantener activas las pólizas, por la importancia de detectar riesgos a tiempo.
“El corazón no avisa. Por eso, no hay que esperar a estar enfermo para cuidarse”, concluyó.

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Tan solo esta semana fue registrado el deceso de un adolescente de tan solo 16 años en la colonia Chechén en Ciudad del Carmen, aparentemente a causa de un infarto dentro de un vehículo particular cuando sería trasladado a un hospital tras sentirse mal. Información extraoficial indica que el joven padecía afecciones cardiacas, las cuales fueron complicadas por la ingesta de bebidas energizantes, pero esto no fue confirmado.
JGH