La incertidumbre y el temor se apoderaron de la comunidad mototaxista en Ciudad del Carmen, desde que a inicios de esta semana se han presentado connatos de bronca con armas de fuego, por lo que, tras el intento de ejecución a Quirio Misrrain Soto Verdugo, secretario general del Sindicato de Mototaxistas afiliados a la CTC, las autoridades municipales y estatales tienen que hacer su trabajo, dando con los responsables de estos hechos que son reprobables, así lo señaló Marco Antonio Sánchez Abnal, Secretario General de la Federación de Trabajadores y Campesinos del Estado de Campeche (CTC).
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Entrevistado tras el atentado, confirmó que Soto Verdugo estuvo bajo valoración médica tras haber recibido un golpe con la cacha de un arma de fuego, aunque se descartó de momento que haya recibido impactos de bala, como en algún momento se dijo, el hecho no puede minimizarse solo porque no hubo disparos.
Señaló que desde hace varios días ya se habían registrado hechos de violencia con armas de fuego en la colonia Renovación, donde incluso se reportaron disparos contra un mototaxi estacionado, una situación que generó mucho temor, porque independientemente de que conductores de mototaxis se les ve discutiendo, había usuarios mujeres y menores en el lugar del altercado.
Al día siguiente, otro mototaxi fue blanco de un ataque armado en la colonia Renovación II, sobre la calle Atasta, y aunque no se registraron personas lesionadas, el incidente provocó la movilización de la Policía Municipal y elementos de la Vicefiscalía, quienes acordonaron la zona para iniciar las investigaciones correspondientes, entonces en los primeros dos casos de la semana, ya tenían conocimiento y ahora se presenta el caso de Quirio en Renovación y también ayer en la calle 47 con Jorge Garcés.
“Esto nunca nos había pasado. Ahora todos andamos con temor, y no sabemos quién está detrás de esto. Las autoridades tienen que hacer su trabajo”, expresó.
Los mototaxistas exigieron mayor seguridad, ya que aseguran que su actividad responde a una necesidad social en la isla, pero que hoy se desarrolla bajo un ambiente de miedo por la creciente violencia, pues al principio andaban temerosos ganándose el pan y eran los taxistas los que los amedrentaban todo el tiempo.
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“Ahora ya no son los taxistas los que nos están persiguiendo y atacando, lo sucedido con Quirio y con Jorge Garcés, representante de otro grupo de mototaxistas, es grave, exigimos que como cualquier otro ciudadano seamos protegidos por las autoridades, ser conductor de un Pochi no es un delito, no somos delincuentes, no pueden hacernos esto”, concluyó.
JGH