
Con la llegada de los frentes fríos, los pescados y mariscos se escasean, pero además lo poco que se encuentra en locales del mercado Alonso Felipe de Andrade y en cualquier otro centro de abasto de la ciudad tiene un costo de hasta 50 por ciento más del precio habitual, sin embargo, de acuerdo a los comerciantes el precio es variable, es decir, pasa el temporal y vuelve el costo a lo habitual, lo que evita que ellos pierdan por muchos días, ya que cada año es un periodo bajo de ventas por estas circunstancias de la naturaleza.
Según explicó, Miguel Ángel López Magaña, representante de los comerciantes de pescados y mariscos, esta temporada próxima a iniciar en la que se cree que no venden porque hay festividades, lo que verdaderamente tienen en contra no es la cultura y tradición, sino que no hay suficiente variedad pues los temporales en ocasiones son cada semana y al sector pesquero se le imposibilidad hacerse a la mar.
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Algunos locales comerciales en el área de pescadería no abren todos los días y esto es debido a que no hay suficiente producto, otros tantos tienen lo básico como mojarra, algunos pargos, robalos, así como camarón, pulpo, caracol, ostión, pero en esta cantidad no es abundante y mucho menos variada como tal vez los clientes esperan.
Comentó que desafortunadamente los malos tiempos varan al sector pesquero y aunque “a río revuelto, ganancia de pescadores”, ellos se mantienen bajo resguardo, provocando la escases de producto marino en puestos de los mercados de Mariscos, Chechén y Alonso Felipe de Andrade. Además, dijo que en consecuencia, quienes logran capturar especies lo hacen a costos mayores y esto termina reflejándose en el precio final al consumidor, al grado que los productos cuestan hasta un 50 por ciento más de un día sin temporal.
López Magaña, agregó que algo que sucede es que esa variación de precios no es definitiva de toda la temporada de frentes fríos, es decir, son entre cinco y hasta ocho días que se ve ese incremento en el costo del poco producto que hay, por lo que, cuando las condiciones meteorológicas se normalizan vuelve a bajar y así sus clientes no se ven afectados.
Según detalló, el costo de algunos productos tiende a ser superior si de especies “gourmet” trata, este es el caso del robalo, pargo, guachinango, que son los pescados donde más se refleja ese incremento en el precio, sus precios llegan a superar los 250 pesos por cada kilogramo, mientras que en el caso de la mojarra ésta permanentemente hay, ya que hay granjas de tilapia tanto en la región de Sabancuy como en Atasta y si bien varía el costo, este oscila entre los cinco y 10 pesos tanto al alza como a la baja, es decir, no afecta su consumo.